¿Qué es el VIH?
El Virus de la Inmunodeficiencia Humana, conocido también como VIH, es un retrovirus que ataca al sistema inmunitario y puede infectar el sistema nervioso destruyendo los glóbulos blancos, responsables de combatir las infecciones. Esto hace que la persona afectada por el VIH pueda contraer enfermedades graves como Linfoma de Hodgkin.
Y es que el sistema inmunitario es la defensa natural del cuerpo de las personas ante aquellos organismos infecciosos como hongos, virus o bacterias que pretenden invadir el organismo de la persona.
El VIH es una infección que se transmite mediante relaciones sexuales, al entrar en contacto con la sangre de una persona afectada, Infecciones Perinatales de madre a hijo durante el embarazo, durante el parto o mediante la Lactancia Materna.
Se habla de SIDA cuando la persona alcanza la etapa final de la enfermedad, es decir, la persona tiene el Síndrome de la Inmunodeficiencia Adquirida. Cabe destacar que no todos los infectados con VIH desarrollan SIDA.
Si un paciente contrae la enfermedad, no puede realizar un Trasplante de Corazón, si se llegará a necesitar.
Pronóstico de la enfermedad
Al día de hoy todavía no existe un tratamiento concreto que pueda acabar con el SIDA. No obstante, cabe destacar que, el pronóstico de vida de las personas afectadas por esta enfermedad es más alto que hace unos años, aunque la esperanza de vida sigue lejos de la de una persona sana.
Si no se aplica un tratamiento adecuado, se puede afirmar que el SIDAse trata de una enfermedad mortal. La muerte no la produce el VIH, sino que normalmente se produce por Enfermedades Neurológicas, como Cáncer o por Neumonías.
En el aumento de la esperanza de vida y en la mejora de la calidad de vida es de vital importancia la terapia antirretroviral que consigue mantener los niveles de VIH inhibidos.
Síntomas del VIH
A la hora de hablar de los síntomas de la enfermedad cabe destacar una serie de fases, ya que los signos de la enfermedad varían en función de la entrada del virus en el organismo y de su grado de afectación.
Infección primaria, aguda o precoz
Se trata de la primera fase de la infección por VIH. En la mayoría de los afectados los signos son de sentirse enfermo, como en las primeras fases de la gripe. En esta primera etapa de la enfermedad, la carga viral en sangre es muy alta y es muy sencillo transmitir la enfermedad. Esto se da en las primeras dos y cuatro semanas, siendo ésta la respuesta natural del cuerpo a la infección. Algunos de los signos habituales son:
- Fiebre
- Dolor Muscular
- Dolor Articular
- Problemas de la Vista
- Dolor de Cabeza
- Aparición de llagas dolorosas en la boca
- Dolor de Garganta
- Inflamación en los Ganglios Linfáticos del Cuello
- Erupción Cutánea
Infección clínica latente, VIH Crónico
En este caso hablamos de una fase intermedia, en la que el VIH sigue activo, pero se reproduce a niveles bajos. Es habitual que durante esta fase el paciente no se sienta ni enfermo ni cansado. En el caso de que no se esté tratando la infección, la fase intermedia puede durar hasta una década.
Durante esta etapa se puede transmitir el virus, aunque los que mantienen carga viral inhibida tienen menos posibilidades de hacerlo.
Infección por VIH sintomática y evolución a SIDA
Conforme el virus continúa reproduciéndose y destruyendo nuevas células, el paciente puede manifestar algunos signos como los siguientes:
Ya por último, cuando la carga viral es elevada dentro del organismo, y los Linfocitos CD4 (los que ataca y destruye el VIH) se encuentran por debajo de 200. Si no se trata, el VIH se convierte en SIDA en una década.
Para cuando aparece el SIDA como tal, el sistema inmune se encuentra ya deteriorado y el paciente es más propenso a contraer infecciones, las cuales pueden poner en riesgo al portador de desarrollar Tumores Cerebrales, entre otras consecuencias. Se puede decir que el paciente puede enfermar con enfermedades que no afectarían a una persona con un sistema inmunitario saludable.
En esta fase, algunos signos de la infección pueden ser:
- Fuerte sudoración nocturna
- Diarrea Crónica
- Fiebre recurrente
- Aparición de manchas blancas en la lengua
- Aparición de lesiones inusuales en la boca y/o en la lengua
- Pérdida involuntaria de peso
- Erupciones cutáneas
El principal problema del SIDA es que debilita el sistema inmune de las personas, lo que hace a la persona propensa a padecer numerosas infecciones o algunos tipos de Cáncer.
- Infecciones frecuentes del VIH
- Candidiasis
- Tuberculosis
- Meningitis Criptocócica
- Citomegalovirus
- Toxoplasmosis
- Criptosporidiosis
- Cáncer frecuente en personas con SIDA
- Sarcoma de Kaposi
- Linfoma
- Otras complicaciones:
- Enfermedades Neurológicas
- Enfermedades Renales
- Síndrome de Desgaste
Pruebas médicas para el VIH
Con un análisis de sangre o de saliva se puede diagnosticar la infección por VIH, identificando anticuerpos del virus, aunque se puede tardar hasta tres meses en desarrollarlo.
Una manera rápida de comprobar o no la presencia de VIH es comprobando si está presente el antígeno del virus, una proteína que se produce una vez que ha comenzado la infección.
Existe también una especie de prueba doméstica para comprobar si existe o no infección, una con sangre seca o con saliva. En el caso de que la prueba resulte positiva, la persona debería acudir a un especialista. Por el contrario, si la prueba resulta negativa debe repetirse dos meses después.
En el caso de que a una persona se le haya diagnosticado SIDA, existen diversas pruebas para identificar en qué fase de la enfermedad se encuentra:
- Recuento de linfocitos CD4
- Prueba de carga viral
- Resistencia a los medicamentos
¿Cuáles son las causas del VIH?
El VIH es una enfermedad que se contagia mediante fluidos corporales como sangre, fluidos vaginales. El contagio o transmisión se puede producir de la siguiente forma:
- Relaciones sexuales sin protección con una persona infectada. El virus puede entrar al cuerpo por llagas en la boca, Fisuras Anales,
- Transfusión de sangre
- Compartir agujas en el caso de que el paciente comparta materiales contaminados de drogas intravenosas, como agujas y jeringas
- Durante el embarazo, el parto o por lactancia. La madre le puede transmitir el virus a su hijo, por lo que se pueden tomar un tratamiento que reduce el riesgo de contagio
¿Se puede prevenir el VIH?
No existe una forma de prevenir de forma exacta la infección por VIH, así como tampoco existe cura para el SIDA. No obstante, existen una serie de medidas para protegerse del riesgo de la infección:
- Utilizar un preservativo o condón nuevo con cada relación sexual
- En personas con riesgo de contraer la infección, tomar emitrictabina-tenofovir puede reducir el riesgo de infectarse
- Si se padece VIH, debes comunicárselo a tu pareja
- En el caso de que el paciente se drogue, debe utilizar agujas limpias
- En el caso de estar embarazada se debe acudir inmediatamente al especialista
- La circuncisión masculina reduce el riesgo de infección por VIH en hombres
Tratamientos para el VIH
Ni el VIH ni el SIDA tienen cura, aunque existen una serie de Cuidados Paliativos y medicamentos que pueden controlar el virus, el conocido como tratamiento antirretroviral, que bloquea el virus de distintas formas.
Se recomienda utilizar y combinar al menos tres medicamentos de dos clases para evitar cepas resistentes a los medicamentos. Los medicamentos son los siguientes:
- Inhibidores de transcriptasa inversa no análogos de nucleósidos, que desactivan una proteína que el VIH necesita para reproducirse
- Los inhibidores de proteasa la desactivan del VIH, por lo que el virus no logra reproducirse
- Inhibidores de transcriptasa inversa análogos de nucleósidos o nucleótidos son versiones con problemas de los componentes básicos que necesita el virus para reproducirse.
- Inhibidores de entrada o fusión bloquean la entrada del VIH en los linfocitos
- Inhibidores de integrasa, que desactivan la proteína que el virus utiliza para introducir su material genético en los linfocitos.
¿Qué especialista trata el VIH?
El abordaje del VIH o SIDA se lleva a cabo de forma multidisciplinar, con diferentes especialistas que pueden intervenir en el diagnóstico o en el tratamiento de la enfermedad, así como de sus posibles complicaciones.
Así, el Inmunólogo sería el especialista que trataría en primera instancia el SIDA, aunque en función de las necesidades pueden intervenir otros como Médicos Internistas, Oncólogos y Dermatólogos.