¿Qué es el Trasplante de Riñón?
El Trasplante de Riñón es una Cirugía que consiste en colocar un riñón sano a una persona con Insuficiencia Renal.
Para poder realizarlo, se necesita un riñón donado por un individuo sano y puede proceder de un donante vivo, emparentado o no con el paciente, o de una persona fallecida.
La opción de un Trasplante de un donante vivo es válida ya que tan solo es necesario un riñón para reemplazar la función de ambos, pero debe ser compatible.
El Trasplante de Riñón ofrece una serie de ventajas frente a otros tratamientos:
- Mejor calidad de vida
- Menos restricciones en la dieta
- Menor riesgo de muerto
- Coste menor del tratamiento
- Mayor energía
- Mejor salud general
¿Por qué se realiza?
Este tratamiento está indicado para pacientes que padecen una Enfermedad Renal Terminal. Un Trasplante de Riñón no debe llevarse a cabo si:
- El paciente sufre alguna infección
- Padece una Enfermedad Hepática, Cardiopatía o una enfermedad potencialmente mortal
- Tiene antecedentes recientes de Cáncer
- Abusa del tabaco, el alcohol u otras drogas
Cuando los riñones han perdido el 90 por ciento, aproximadamente, de su capacidad para funcionar con normalidad es cuando utilizamos el término de enfermedad renal terminal. Las causas más comunes a esta patología son:
- Presión arterial alta no controlada
- Diabetes
- Glomerulonefritis crónica
- Enfermedad Renal Poliquística
¿En qué consiste?
Durante la operación, el cirujano conecta la arteria y las venales renales de la parte inferior del abdomen al nuevo riñón.
El riñón trasplanto empieza a producir orina en cuanto la sangre empieza a fluir y hace la misma función que riñón que estaba deficiente, por lo que se puede suspender el tratamiento de Diálisis.
Una vez se indique que el paciente cumple con todos los requisitos, se le pondrá en una lista de espera. De igual manera, algunos pacientes entran a un programa de Donación Renal Pareada.
Preparación para el Trasplante de Riñón
Una vez el especialista médico deriva al paciente a un centro de trasplantes, un equipo le evaluará y examinará para verificar que cumple con los requisitos para un trasplante de riñón.
El paciente deberá someterse a diversos exámenes y pruebas como: Histotipado y Determinación del Grupo Sanguíneo, pruebas del corazón y exámenes para ver si hay infecciones.
Mientras que el paciente está en la lista de espera es importante que no fume ni consuma alcohol. Además, ha de mantenerse en el peso recomendado por el especialista médico siguiendo la dieta que le indiquen.
La mayoría de las personas que esperan un Trasplante de Riñón se someten mientras tanto a un tratamiento de Diálisis. Es importante también tomar la medicación prescrita por el doctor.
Cuidados tras la intervención
La operación es técnicamente sencilla y tras la misma, el paciente puede llevar una vida normal. Necesitará, sin embargo, tomar medicamentos el resto de su vida para impedir que su organismo rechace el nuevo riñón.
El paciente tendrá que permanecer en el hospital durante un período de entre tres y siete días. Después, realizará controles y análisis de sangre habituales durante los próximos dos meses.
Alternativas a este tratamiento
En la actualidad, pese a que se están realizando diferentes estudios, la única alternativa es la Diálisis, ya que los riñones que no funcionan de forma correcta pierden la capacidad de filtrado, acumulando niveles de líquido y desechos en el cuerpo dañinos.
¿A qué especialista acudir?
El especialista que realiza el Trasplante de Riñón es el Nefrólogo.