¿Qué es el Quiste Hepático?
En la mayoría de las ocasiones los Quistes Hepáticos no presentan síntomas, sino que se presentan de forma imprevisible. Los Quistes de menor tamaño pueden no ser diagnosticados hasta que aumentan de tamaño y el paciente experimenta dolor y otro tipo de molestias.
En los casos en los que el paciente sienta un sienta un dolor repentino y agudo, en la parte superior del estómago quiere decir que el Quiste Hepático está sufriendo un sangrado.
Los Quistes Hepáticos tienden a desarrollarse en cualquier parte del hígado, pero de formar más frecuente en el lóbulo derecho del hígado. Mediante un examen físico desde el exterior del estómago se puede diagnosticar el crecimiento del determinado Quiste.
Pruebas médicas para el Quiste Hepático
Ante el comienzo de un dolor o agrandamiento del abdomen el especialista realizará un examen físico para diagnosticar la patología. Es necesario apuntar que existen ciertas enfermedades que pueden estar asociadas a los Quistes Hepáticos:
- Enfermedades Hepáticas Poliquísticas
- Enfermedad Renal Poliquística Autosómica Dominante (ERPAD)
- Enfermedad de Von Hippel Lindau
Mediante Ultrasonidos, Tomografía Computarizada e imágenes por Resonancia Magnética, se puede realizar el análisis diferencial. A través de las imágenes se pueden identificar los Quistes Hepáticos como estructuras redondas u ovaladas con márgenes definidos. A su vez se puede observar una Hipoatenuación Homogénea, entre otras características.
Por último, el especialista también deberá realizar un análisis de sangre para descartar la opción de la presencia de parásitos.
¿Cuáles son las causas del Quiste Hepático?
La aparición de Quistes Hepáticos se relaciona con malformaciones de los conductos biliares, pero su origen exacto se desconoce. Con el paso de los años algunas personas desarrollan Quistes Hepáticos, mientras otras los padecen desde su nacimiento.
Al ser asintomáticos, estos quistes no se diagnostican hasta que el paciente sufre algún dolor y su especialista realiza las pruebas convenientes señaladas anteriormente. La Insuficiencia Renal o un mal funcionamiento del bazo de la Vesícula Biliar, pueden ser otras de las causas de la aparición de un Quiste Hepático. Debido a que la acumulación de toxinas puede causar alteraciones en la función hepática.
La formación de estos Quistes se crea a partir de un aumento de células diferenciadas del hígado, que crecen y se distribuyen de manera desorganizada.
¿Se puede prevenir?
La mayoría de los Quistes Hepáticos se originan a través de la herencia genética de cada persona. Sin embargo, el mayor riesgo se presenta en la bacteria denominada Echinococcus Granulosus, que puede provocar la aparición de los Quistes Hepáticos.
Existen diversas medidas preventivas que se especifican más adelante. Los canes (perros, lobos, chacales, coyotes) son los principales portadores del Echinococcus Granulosus, por tanto es importante que no se acaricien ni se besen a aquellos perros que no han recibido las vacunas necesarias ni un proceso de desparasitación.
Es muy importante que los perros domésticos reciban todas y cada una de las vacunas.
Lavar correctamente la fruta y verdura antes de ingerirla.
Mantener una higiene correcta en las manos lavándose con frecuencia y beber siempre agua embotellada.
Tratamientos para el Quiste Hepático
En muchas ocasiones los Quistes Hepáticos no necesitan tratamiento. El especialista puede realizar una ecografía para controlar visualmente los Quistes de mayor tamaño (superior a 4 cm). Si el Quiste no crece después de 2 o 3 años, no será necesario seguir con el seguimiento del mismo.
Por otro lado, la cirugía será necesaria en aquellas situaciones en las que el Quiste es grande y causa dolor al paciente. Existen diferentes opciones quirúrgicas, y entre ellas destaca el destechamiento del Quiste, mediante Cirugía o Laparoscopía.
¿Qué especialista lo trata?
El especialista que trata el Quiste Hepático es el Cirujano General.