¿Qué es la Fluorización?
La Fluorización es un procedimiento para fortalecer y proteger los dientes que consiste en aplicar flúor (de manera tópica) sobre los dientes del paciente.
Es considerado un tratamiento preventivo y se utiliza, preferentemente, en niños, aunque también los adultos con determinadas patologías pueden notar sus beneficios.
La Fluorización aumenta la resistencia del esmalte, es antibacteriana, es decir, actúa frente al crecimiento de bacterias que producen el sarro, y permite remineralizar la capa del esmalte.
Métodos de Fluorización
Aunque la mayor parte de los dentífricos y colutorios contienen flúor, cuando se habla de Fluorización se suele referir a la aplicación, por parte de un odontólogo especialista, de geles y espumas mediante una cubeta o contenedor que se ajusta las arcadas dentales del paciente durante un corto periodo de tiempo, habitualmente, entre 1 y 4 minutos.
Es necesario una aspiración continua y que las cubetas no estén excesivamente llenas. Tras el tiempo de colocación se debe expectorar todo el exceso que haya quedado en la boca.
Es un tratamiento sencillo que no causa molestia alguna. Después de su aplicación no se debe comer ni fumar ni beber durante la media hora siguiente.
¿A qué edad se puede aplicar este tratamiento?
La edad habitual para la fluorización es alrededor de los 6 años de edad ya que es en ese periodo cuando las caries empiezan a aparecer. En general, aunque algunos estudios indican los 3 años como edad recomendada, se opta por una edad más avanzada para evitar el riesgo de que el niño se trague accidentalmente el gel.
También puede aplicarse a adultos ante situaciones concretas como:
- Aparición de puntos blancos en los dientes y, por tanto, pacientes en los que se ha iniciado el desarrollo de Caries
- Pacientes con riesgo moderado o alto de desarrollar caries
- Personas en tratamiento de Ortodoncia
- Protección adicional en caso de necesidad para los niños en áreas sin agua potable fluorada
- Para reducir la sensibilidad de los dientes
- Cuando la producción de saliva es insuficiente
Lo más recomendable es aplicar el gel de flúor dos veces al año.
Precauciones
Sin embargo, el flúor es una sustancia tóxica que no debe ser ingerida. La utilización indebida del flúor a dosis elevadas y/o no controladas puede causar problemas por lo que hay que consultar siempre con un Odontólogo profesional antes de su uso.
¿A qué especialista consultar?
El especialista en Odontología se encarga de realizar el procedimiento de Fluorización.