¿Qué es la Disfagia?
La Deglución Difícil, conocida en los círculos médicos como Disfagia, es la dificultad para tragar o deglutir los alimentos, y suele darse sobre todo en pacientes de edad avanzada.
En muchos casos es consecuencia de Accidentes Cerebrovasculares, Alzheimer, Parkinson o Traqueotomías, dolencias que producen afectaciones en la lengua, los músculos de la garganta y el esófago.
Con respecto a su tratamiento, es necesario seguir una serie de pautas para evitar que los alimentos se queden atascados:
- Ejercicios para fortalecer los músculos de la mandíbula
- Sentarse erguidamente, y dejar pasar tres horas tras la cena antes de irse a dormir
- Ingerir alimentos en trozos pequeños y acompañándolos de abundante líquido
- Dedicar un tiempo considerable a las comidas para masticar y tragar pausadamente
¿Cuáles son los síntomas de la Disfagia?
No todas las personas con este trastorno tienen síntomas, para las que sí los tienen pueden experimentar:
- Regurgitación de los alimentos no digeridos
- Dolores en el pecho
- Ataques de tos
- Acidez estomacal
- Exceso de saliva y babeo
- Pérdida gradual de peso
El inicio de la Acalasia puede ocurrir en cualquier momento de tu vida y si no se trata puede aumentar las probabilidades de que se desarrolle Cáncer de Esófago.
Si se experimenta cualquiera de estos síntomas, es importante acudir al especialista adecuado para que se pueda hacer un diagnóstico y establecer un tratamiento.
¿Qué causa la Disfagia?
La causa de la Acalasia es en gran parte desconocida, sin embargo, se cree que ocurre cuando los nervios en el esófago se dañan y dejan de funcionar correctamente, haciendo que el anillo del músculo en el extremo del esófago deje de funcionar.
Se desconoce la causa de este daño nervioso, pero podría estar relacionado con una infección o posiblemente con afecciones autoinmunitarias.
También existe la posibilidad de que la Acalasia sea hereditaria.
¿Cómo se diagnostica la Disfagia?
El diagnóstico de la Acalasia puede ser difícil ya que comparte los síntomas con otros trastornos digestivos. Si tu especialista sospecha que tienes Acalasia, es probable que se te realicen las siguientes pruebas:
- Manometría: se inserta un tubo pequeño en la nariz o la boca dentro del esófago para medir las contracciones del músculo cuando tragas y para detectar cualquier presión que se acumule.
- Endoscopia: una endoscopia pasa por la garganta para poder examinar el revestimiento esofágico e identificar cualquier obstrucción que pueda estar presente.
- Rayos X: el paciente se traga un líquido que contiene bario y luego se le toman radiografías. Este procedimiento resalta el tiempo que tarda el líquido en llegar al estómago.
¿Cuál es el tratamiento para la Disfagia?
Aunque no existe una cura actual para la Acalasia, existen medidas para aliviar los síntomas.
La clave para un tratamiento exitoso es hacer que sea más fácil para el paciente tragar cuando come o bebe.
Algunos medicamentos están diseñados para relajar los músculos esofágicos, facilitando la deglución, sin embargo, los efectos son sólo temporales.
Otras opciones de tratamiento son:
- Inyecciones de Botox: inyectadas en el anillo del músculo que permite que el alimento entre en el estómago a medida que el Botox hace que se relaje.
- Cirugía: a través de la cirugía de ojo de cerradura (laparoscopia), el anillo del músculo se corta y puede hacer que sea más fácil de tragar.
- Dilatación del músculo: se pasa un globo por el esófago para ayudar a estirar el anillo del músculo que permite que el alimento entre en el estómago, lo que hace que tragar sea más fácil y menos doloroso.
¿A qué especialista acudir?
El especialista encargado de tratar y diagnosticar la Disfagia, es el Otorrinolaringólogo.