Vitiligo: ¿Existe cura? (Parte 1)
¿Qué causa el Vitiligo?
El Vitiligo es una enfermedad que por mucho tiempo se consideró solamente de tipo autoinmune, sin embargo, muchas veces, cuando se buscaba el anticuerpo que atacaba el melanocito, no se encontraba.
En la actualidad, se sigue considerando un padecimiento autoinmune, pero no es una causa única. Se sabe que es un padecimiento multietiológico, es decir, que tiene otros orígenes, además del autoinmune.
Otras de las razones por las que surge el Vitiligo es la inflamatoria-crónica, donde el melanocito deja de funcionar; y la que tiene que ver con el proceso genético-degenerativo, que es cuando el paciente no produce adecuadamente los melanocitos.
Básicamente, estas son las 3 etiologías o las 3 bases de la enfermedad que toca valorar y tratar en los pacientes.
Los síntomas y el tratamiento
Las primeras manifestaciones o síntomas son las manchas blancas que aparecen en la piel. Posteriormente las manchas comienzan a expandirse y es en la parte facial donde más se nota la enfermedad, atacando, inevitablemente, la parte estética del paciente.
Durante mucho tiempo, el tratamiento para el Vitiligo ha sido básicamente con soluciones tópicas como cremas o geles, los cuales han logrado disminuir el ataque autoinmune o el proceso evolutivo de la desmineralización del paciente.
Nuevos estudios en búsqueda de una cura
Aunque muchos de estos tratamientos con soluciones tópicas han impedido el aumento de las manchas, poco a poco se ha visto con estudios de Nanofarmacobiología que es posible controlar el proceso de inflamación crónica y de autoinmunidad, con lo que no sólo se logra frenar la evolución de las manchas, sino que logra restaurar la función del melanocito.
Si este proceso se trabaja junto con células madre y estimuladas con células de fibroblasto sobre los tejidos degenerados, se ven mejorías de hasta un 60 o 70 por ciento de las manchas o las lesiones producidas en la piel por el Vitiligo.