¿Vamos a vivir juntos? La convivencia en pareja
Cuando una pareja joven decide empezar a vivir en común, existen muchos factores y circunstancias que ambos deben tener en cuenta para analizarlos y consensuarlos
La toma de la decisión
Cuando una pareja joven decide empezar a vivir en común, existen muchos factores y circunstancias que ambos deben tener en cuenta para analizarlos y consensuarlos. De esta manera, esa decisión tan crucial de “vivir juntos” será un paso importante en la construcción de un futuro conjunto y no un problema de la relación de pareja.
Es preciso conocer si ambos están preparados para esta nueva etapa. Por ejemplo, si llevan muchos años juntos pero cada uno viviendo en casa de sus padres, seguramente se necesitará avanzar.
La independencia en pareja es vital llegado cierto punto en la relación. No suele ser raro que en la época que precede a un compromiso serio de la pareja se den Depresiones, reacciones de huida, estados de angustia, confusión de identidad, etcétera.
Acuerdos en común
La convivencia conlleva pasar más tiempo juntos, algo muy positivo para la relación, y es el marco relacional privilegiado para crecer como sujeto individual. No obstante, también conlleva la posibilidad de un mayor número de conflictos.
Al iniciar esta etapa, ambos tendrán que negociar para llegar a acuerdos en el reparto de tareas, en cuanto a responsabilidades, la distribución del trabajo y tiempo libre, las relaciones sociales y familiares, los temas económicos, etcétera. Todo esto puede ocasionar alguna que otra discusión, pero es necesario consensuar normas básicas de convivencia y funcionamiento, ya que ello evitará problemas posteriores. La búsqueda en común de soluciones alcanza en esta fase una intensidad especial y puede ser muy provechosa para la formación de la identidad de la pareja.
Las concesiones son necesarias, igual que la capacidad de comunicarse y de resolver los conflictos, dejando los egos a un lado y concluyendo lo mejor para el conjunto. Según se van compartiendo más elementos se va construyendo un método y se establece una estructura para la toma de decisiones aceptada por ambos.
Espacio propio
A pesar de compartir más tiempo y actividades, es imprescindible mantener el espacio, la intimidad y la tolerancia para una adecuada adaptación. Vivir en pareja no significa perder la individualidad: habrá mayor interdependencia en un proyecto común que no ha de limitar la vida de cada uno. Una buena relación de pareja es posible siempre y cuando se acepte al otro tal cual es y no se trate de cambiarlo.
En resumen, los primeros meses en pareja sientan las bases de cómo será la relación. Es una prueba que hay que superar para conocer la calidad de nuestro compromiso afectivo. En el inicio de la convivencia, se emprende un camino: los dos van creciendo juntos, cambian y deben readaptarse de forma constante.