Uso racional del tapabocas para el COVID-19
Dado que los casos de infección por COVID-19 o Coronavirus continúan presentándose en regiones de Latinoamérica, las autoridades sanitarias de países como Colombia, Ecuador y Argentina saben que la llegada del virus es inminente, por lo que ya emiten las recomendaciones de prevención básicas. Entre ellas se encuentra el uso de tapabocas, el cual debe ser de forma adecuada y evitando las compras de pánico
No sólo los tapabocas evitan un contagio
El COVID-19 o Coronavirus se ha esparcido desde China, lugar de origen, a prácticamente todo el mundo. Hasta hace unas semanas, Centro y Sudamérica eran las únicas regiones que no presentaban casos de infección. Brasil fue el primer país sudamericano que reportó un caso de COVID-19, posteriormente México detectó a los primeros 5 contagiados el pasado 28 de febrero.
Con la llegada de esta peligrosa enfermedad, las autoridades sanitarias han emitido recomendaciones para evitar el contagio, entre las más importantes se encuentran mantener una buena higiene en manos, evitar el contacto con ojos y cara, y usar tapabocas. Este último recurso es el que ya comienza a escasear debido a las compras de pánico y a la desinformación.
Autoridades sanitarias como las de Colombia, Ecuador y Argentina, entre otros, saben que la llegada del Coronavirus a sus países es inminente, por lo que ya emiten las mismas recomendaciones de prevención. A continuación, te decimos cuáles son los tapabocas más efectivos.
No todas las personas necesitan un tapabocas
Si bien, la prevención es indispensable, los tapabocas se indican sólo para personas que presenten síntomas como tos, estornudos y fiebre, ya que con esto se busca que los fluidos que salgan expulsados no tengan contacto con alguien más o se esparzan en el aire. Las personas que tengan contacto con enfermos o cuiden de personas como adultos mayores y niños también deben usar un tapabocas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja no caer en pánico
Todo material sanitario que ayude a evitar que la enfermedad siga avanzando es crucial: el derroche de estos recursos puede causar un verdadero problema si se agudiza el panorama de la enfermedad, por lo que la OMS emitió un comunicado en el que recomienda que sólo las personas que tengan sospecha de padecer la enfermedad y que tengan contacto con infectados, deben usar obligatoriamente una mascarilla médica.
Tipos de mascarillas médicas
En el mercado existen varios tipos de tapabocas que protegen contra la contaminación del aire. Existen las de tipo FFP que se clasifican en nivel de riesgo latente, en el caso de COVID-19 la OMS recomienda el uso del tipo FFP2, ya que es la que está diseñada para proteger las vías respiratorias de agentes nocivos que muten rápidamente y que se encuentren en el aire.
Cómo colocarse correctamente un tapabocas FFP2
Antes de tocar el tapabocas se deben desinfectar las manos con un buen lavado con jabón antibacterial o gel, posteriormente se debe revisar que la mascarilla no tenga ningún defecto en la superficie que protege la nariz y boca, las bandas de fijado y agarre deben estar bien sujetas a la mascarilla y no deben estar torcidas. Una vez revisada perfectamente se debe colocar de forma adecuada. Hay que asegurarse de que está del lado correcto, las mascarillas indican con colores el lado que debe ir hacia la cara. La banda superior se debe colocar a la altura de la coronilla, el clip que queda a la altura de la nariz debe amoldarse con los dedos a la forma correcta, de igual forma se debe ajustar a las mejillas. La banda inferior debe quedar bien justa a la nuca. Realizando una buena colocación del tapabocas se evitarán filtraciones de aire que pudiese estar contaminado.
Retirar el tapabocas también debe hacerse con cuidado
Una vez que la cubrebocas ha sido utilizada su manejo debe ser igual de importante que cuando se colocó. Se debe comenzar a retirar por las bandas que están en la coronilla y nuca, de tal forma que se evite el contacto con la superficie de protección. Todo el tiempo se debe mantener alejado de la ropa y evitar dejarlo en mesas, sillas, el transporte público, áreas comunes o lugares donde exista un potencial contacto inadvertido con alguien más. Finalmente, se recomienda desecharlo dentro de una bolsa; en el caso de personal médico, arrojarlo a los materiales peligrosos. Una vez retirada la mascarilla se deben lavar muy bien las manos.