Tratamiento definitivo de la Hiperhidrosis con Cirugía Toracoendoscópica
La Hiperhidrosis es una sudoración excesiva de determinadas partes del cuerpo. El tratamiento más recomendado es la Simpatectomía Toracoscópica, una cirugía que interrumpe los nervios que transmiten señales a las glándulas sudoríparas
Hiperhidrosis: qué es
La Hiperhidrosis es una sudoración excesiva de manos, axilas y pies que afecta mucho a la calidad de vida de las personas, sobre todo a su relación social, impidiéndoles llevar una vida normal. Afecta a más del 3% de la población general y tiene un componente hereditario. Su origen no se conoce con certeza pero existe un estímulo anormalmente elevado del sistema simpático a nivel del tórax.
Efectos adversos de la Hiperhidrosis en la vida del paciente
La Hiperhidrosis causa un Estrés emocional, dificultando la vida personal, laboral y social del paciente, creando un círculo vicioso por la necesidad de sentirse "seco" y la preocupación de oler mal. Las personas que sufren Hiperhidrosis se vuelven más retraídas y rehúyen la actividad social, evitando situaciones donde se necesita un contacto con otros, pudiendo llegar a crear una Fobia social. Además, la enfermedad dificulta el uso de papeles, lápices, botones, herramientas, equipos electrónicos o instrumentos de música. Finalmente, es la necesidad de evitar el saludo de manos lo que lleva a los pacientes a buscar una solución definitiva.
Diagnóstico de la Hiperhidrosis
Su diagnóstico es clínico y no precisa de estudios complejos o caros. Es aconsejable una correcta historia clínica para excluir problemas de tiroides u otras enfermedades asociadas.
Los criterios diagnósticos de la Hiperhidrosis primaria son:
1) Hipersudoración local y visible, de más de 6 meses, sin causa secundaria conocida
2) Al menos dos de las siguientes características:
o Bilateral y simétrica
o Un episodio semanal como mínimo
o Interferencia con la actividad diaria habitual
o Aparición antes de los 25 años
o Historia familiar
o No sudoración durante el sueño
Tratamiento de la Hiperhidrosis y técnicas innovadoras
Las personas que padecen Hiperhidrosis o exceso de sudoración, independientemente de la temperatura y del estado emocional, que no pueden controlar, deben operarse, ya que la enfermedad puede causar, además, Hongos, descamación, mal olor, irritación y Pigmentación de la piel. Por lo tanto, la operación se debe considerar en todos los pacientes con Hiperhidrosis de larga evolución que no han encontrado mejoría con tratamiento médico.
Actualmente existen técnicas innovadoras para el tratamiento de la Hiperhidrosis. Antiguamente era una operación muy agresiva y precisaba “abrir el pecho”. Sin embargo, hoy en día, la Simpatectomía Toracoscópica es una operación que se realiza utilizando modernas técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas. Usualmente la preparación previa a la cirugía es sencilla y requiere solamente de unos pocos exámenes de laboratorio y la consulta con el anestesista, para proceder a programar el procedimiento con total seguridad.
Con la Simpatectomía Toracoscópica se consigue la interrupción de los nervios que transmiten las señales de las glándulas sudoríparas. Así, se localiza la cadena simpática en la parte posterior del tórax y se interrumpe mediante bisturí ultrasónico. Para llevarla a cabo se utilizan dos pequeñas incisiones de 5mm, a través de las cuales se introduce una pequeña lente que se conecta a una cámara de video, y algunos instrumentos muy finos (pinzas) diseñados para este tipo de operación.
La operación se realiza mediante anestesia general y habitualmente requiere el ingreso de una noche (24h), es decir, que el paciente se va a su casa a la mañana siguiente de la operación. Los pacientes pueden volver a sus actividades normales 3-4 días después de la cirugía.
Resultados del tratamiento de Hiperhidrosis
La Simpatectomía Toracoscópica es el tratamiento de elección para la hipersudoración de las manos, con un resultado inmediato, permanente y definitivo en más del 95% de los pacientes.
Riesgos del tratamiento de Hiperhidrosis
La Simpatectomía Toracoscópica no tiene casi riesgos de consideración. El efecto adverso más frecuente es la sudoración compensatoria, que consiste en un aumento de la sudoración en el tórax, abdomen y muslos, como mecanismo de compensación por la disminución de la sudoración en manos y axilas (el organismo desvía el estímulo de la sudoración hacia zonas no intervenidas). Este efecto se ha reportado en un número importante de pacientes y generalmente es leve y menos molesto que los síntomas iniciales de sudoración en manos y axilas. Sin embargo, puede ser severo en un 8% de los casos. Por ello, debe informarse bien al paciente, analizando los beneficios que otorga la cirugía y advirtiendo del riesgo de esta sudación compensatoria.
Otro efecto adverso descrito y de rara presentación es el llamado Síndrome de Horner, cuya manifestación más evidente es una leve caída del párpado superior del ojo del lado afectado, la cual usualmente se resuelve con el paso del tiempo. Esta complicación es muy rara y muy pocas veces permanente.
Otros posibles riesgos son los habituales cuando se realiza una cirugía: hemorragia, infecciones, neumotórax, derrame pleural, entre otras.