Tratamiento de Conducto: Qué es, cuándo es necesario y cómo se realiza
El tratamiento de conducto, también conocido como Endodoncia, es un procedimiento odontológico que se realiza para salvar un diente cuya pulpa está dañada o infectada.
El Tratamiento de Conducto implica la eliminación de la pulpa dental y busca salvar el diente, permite aliviar el dolor, evitar la extracción y prevenir futuras infecciones. Generalmente, se realiza bajo anestesia local y puede requerir una o dos citas con el especialista.
Síntomas que indican la necesidad de un tratamiento de conducto
Los síntomas que indican la necesidad de un Tratamiento de Conducto pueden incluir Dolor Dental intenso y persistente, sensibilidad extrema al calor o al frío, sensibilidad al tacto o a la presión, hinchazón o inflamación en las encías, cambio en el color del diente y mal aliento.
Estos síntomas pueden ser causados por Caries dental profunda, Traumatismo Dental, Fracturas Dentales, Infecciones recurrentes o Enfermedad Periodontal Avanzada. Estos pueden alertar sobre la necesidad de un Tratamiento de Conducto varían, pero es importante prestar atención a los siguientes signos para evitar complicaciones futuras:
Dolor dental intenso y persistente
El Dolor Dental constante y agudo puede ser un indicador claro de la necesidad de un Tratamiento de Conducto. Si experimentas dolor que no desaparece con analgésicos o empeora con el tiempo, es importante consultar a un especialista en Endodoncia.
Sensibilidad extrema al calor o al frío
La sensibilidad prolongada al consumir alimentos o bebidas calientes o frías puede indicar daño en la pulpa dental. Si esta molestia persiste, es probable que se necesite un Tratamiento de Conducto para proteger el diente y evitar infecciones.
Sensibilidad al tacto o a la presión
El dolor al masticar o al aplicar presión en un diente específico también puede ser una señal de daño en la pulpa dental. Si sientes molestias al morder, consulta a tu Odontólogo para determinar si es necesario un Tratamiento de Conducto.
Hinchazón o inflamación en las encías
La hinchazón o enrojecimiento de las encías cerca de un diente puede ser síntoma de una infección en la pulpa dental. Este signo es importante y requiere atención para evitar que la infección se extienda y dañe el diente afectado.
Cambio en el color del diente
La decoloración o el oscurecimiento de un diente pueden ser signos de que la pulpa dental está dañada o infectada. En este caso, el Tratamiento de Conducto puede ser necesario para restaurar la salud y el aspecto del diente.
Mal aliento persistente
El mal aliento constante, incluso con una buena higiene oral, puede ser causado por una infección en la pulpa dental. Si el mal aliento no desaparece con el cepillado o enjuague bucal, es importante que un especialista evalúe la necesidad de un tratamiento de conducto.
Causas que requieren un Tratamiento de Conducto
Varias situaciones pueden llevar a que la pulpa dental se vea comprometida y requiera un Tratamiento de Conducto para salvar el diente. Entre las causas más comunes se encuentran:
Caries dental profunda
Las Caries que penetran el esmalte y la dentina hasta alcanzar la pulpa dental pueden provocar infecciones graves. En estos casos, el tratamiento de conducto es necesario para eliminar la infección y preservar el diente.
Traumatismo dental
Un golpe o lesión en un diente puede dañar la pulpa dental, lo que podría requerir un tratamiento de conducto. Si sufres una lesión en los dientes, es esencial buscar atención dental de inmediato.
Fracturas dentales
Las Fracturas que comprometen la pulpa dental pueden causar dolor y sensibilidad. Si la fractura es profunda, el Tratamiento de Conducto puede ser necesario para salvar el diente.
Infecciones recurrentes
Cuando un diente ha sido tratado previamente y sigue presentando infecciones, un tratamiento de conducto puede ser la solución para eliminar la infección de forma definitiva.
Enfermedad periodontal avanzada
La Periodontitis en su etapa avanzada puede afectar tanto las encías como la pulpa dental. En algunos casos, es necesario realizar un tratamiento de conducto para salvar el diente afectado.
Procedimiento del tratamiento de conducto
El Tratamiento de Conducto consiste en la eliminación de la pulpa dental dañada o infectada, seguida de la limpieza y sellado del conducto radicular. El odontólogo realiza una pequeña apertura en la parte superior del diente para acceder al conducto radicular. Luego, se elimina cuidadosamente la pulpa dental afectada.
Una vez que la pulpa ha sido removida, el conducto se limpia y desinfecta para eliminar cualquier resto de infección. Después, el conducto se sella con un material llamado gutapercha, , que se coloca dentro del conducto radicular, y un sellador dental para evitar futuras infecciones.
Dependiendo de la cantidad de estructura dental que se haya perdido, el diente se restaurará con una obturación o una Corona para garantizar su funcionalidad y estética.
Molestias y duración del procedimiento
Durante el procedimiento, se utiliza anestesia local para asegurar que no sientas dolor. Es normal experimentar algunas molestias leves después del tratamiento, como sensibilidad al morder o al calor y frío, pero estas suelen desaparecer en pocos días.
La duración del tratamiento puede variar según la complejidad del caso y el número de conductos radiculares que deban tratarse. Generalmente, el Tratamiento de Conducto se completa en una o dos citas.