Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC): características y tratamiento

Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC): características y tratamiento

Editado por: el 29/03/2023
 El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) es uno de los padecimientos más resistentes en Psiquiatría. Con un tratamiento adecuado, el paciente logrará minimizar los síntomas lo más posible

 

 

¿Qué es el Trastorno Obsesivo Compulsivo?

 

El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) es una enfermedad crónica, es decir, de largo plazo. Tiene dos características principales: la primera es la presencia de obsesiones o ideas obsesivas, que se trata de ideas, pensamientos, sentimientos, sensaciones o incluso experiencias que el paciente observa como intrusivas. Le vienen a la cabeza solas y es algo que no desea. Generan angustia, importante Ansiedad, provocando malestar. Además, desea sacarse esas sensaciones de la cabeza y en muchas ocasiones, quizá, la mayoría, se experimentan como algo absurdo, ilógico, e incluso algo exagerado.  

 

El segundo componente se refiere a las compulsiones, que son actos repetitivos o rituales, que en ocasiones deben seguir un patrón rígido. Estos actos compulsivos se generan debido a las obsesiones. Se quiere anular la Ansiedad que generan las sensaciones y dejar de tener esos pensamientos. A veces lo logran, otras definitivamente no.

 

El TOC no solo se presenta en adultos

 

La edad promedio en que presenta el TOC es cerca de los 20 años, pero se pueden detectar ideas obsesivas y actos compulsivos incluso desde antes. A veces, cerca de un cuarto de los casos se empieza desde la niñez. Hay varios pacientes niños menores de 10 años que ya presentan actos compulsivos.

 

Las ideas obsesivas son más difíciles de ver en niños, pero cuando las compulsiones aparecen, es común que los padres las detecten. Algunos ejemplos son cuando los niños organizan los objetos de determinada manera, el niño es demasiado perfeccionista o se lava las manos muchas veces.

 

 

Síntomas principales

 

En la vida diaria se puede observar el tema de las ideas obsesivas. En general todos podemos tener este tipo de ideas o pequeños rituales que se encuentran dentro de lo normal. El trastorno se define cuando esto se vuelve disfuncional, se presentan malestares muy grandes y se causa disconfort.

 

Esto provoca que se sobrepase el bienestar y se empieza a alterar la vida cotidiana en distintos niveles como el personal, familiar, de pareja, laboral o académico. Quien sufre este padecimiento está consciente de que algo anda mal.

 

Hay muchas variantes de las ideas obsesivas, pero hay cuatro patrones sintomáticos principales:

 

  • El más frecuente es el de las Ideas Obsesivas de Contaminación. Se refiere a la idea de que la persona siente que tiene suciedad o que está contaminado, especialmente por cosas muy difíciles de evitar como bacterias y polvo. Ante esto, el paciente tiene unos rituales compulsivos de limpieza. La limpieza de manos es el más común, pero esto puede ir aún más lejos. Hay quienes pueden llegar a no salir de casa para evitar contaminarse. A veces tocan todo con pañuelos para no ensuciarse o llevan a los restaurantes sus propios cubiertos. Algunas personas dejan de tomar agua o dejan de comer para no tener que ir al baño y evadir el contacto con el sanitario. Otros pacientes dejan de bañarse para, paradójicamente, no tocar su propio cuerpo porque sienten que los infectará

 

  • El segundo patrón sintomático es el de duda. El paciente duda de muchas cosas: si dejó la estufa prendida, si dejó la puerta o la ventana abierta. La compulsión radica en que tiene que regresar a casa y verificar. Cuando vuelve a salir, aunque esté consciente de que todo está en orden, la intrusión regresa. Puede manifestarse de muchas maneras, si se tiene la cremallera abajo, si se tienen las cosas en las maletas o en la cartera. Inclusive, sin haber ninguna evidencia, la persona puede llegar a dudar de su pareja y creer que le es infiel; cabe mencionar que no es por celos, sino que la idea obsesiva provoca que revise constantemente objetos y a la pareja misma en busca de evidencia.

 

  • El tercer patrón son las ideas intrusas. Se empiezan a presentar ideas que no están acompañadas de compulsiones. La persona con TOC puede tener la idea de que es agresiva y que puede hacer daño a otros, sin serlo realmente, y esto le genera mucha angustia. También hay compulsión en el ámbito sexual a través de aspectos que para el paciente son cosas prohibidas. Pueden llegar repentinamente pensamientos de que alguna tragedia va a suceder, y aunque se sabe que no, se sufre malestar. En este subtipo, pueden aparecer compulsiones de tocar las cosas tantas veces, levantarse y bajarse tantas veces y hacer rezos, entre otros actos para evitar dicha tragedia. Aunque se sabe que es absurdo y exagerado, inevitablemente se tiene que hacer

 

  • El cuarto patrón sintomático es el de la simetría. No es lo mismo que sucede con aquellas personas perfeccionistas que les gusta el orden y que son muy organizadas. En este caso, el paciente tiene la idea de que, si algo no está de determinada manera, algo malo pasa con ellos y necesariamente deben corregirlo Los síntomas pueden durar 10, 15, 20 años, pero no suelen acudir a consulta por miedo o vergüenza.

 

Tratamiento

 

Es muy importante señalar que el TOC tiene tratamiento. Dado que es una enfermedad que viene con una base genética, se puede prevenir que sea muy grave o severa.

 

Aunque hay varios tipos de tratamiento, existen específicamente dos alternativas:

  • Terapia Farmacológica. Contrario a lo que generalmente se piensa y su estigmatización, este tratamiento es de los más seguros en medicina

 

  • Terapia Cognitivo – Conductual (TCC). El Especialista utiliza ciertas estrategias para enseñar al paciente a tener control sobre sus ideas obsesivas y de los actos compulsivos

 

Es primordial acudir con un experto para reducir los síntomas lo mayor posible, ya que es uno de los padecimientos más resistentes en Psiquitría. 

 

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