Trastorno Bipolar: síntomas y tratamiento
Se trata de una enfermedad mental con causas no identificadas que se caracteriza por cambios importantes en el estado de ánimo, existen diferentes formas de tratamiento y hasta el momento, no existen formas de prevenirla
El Trastorno Bipolar es una enfermedad mental que origina cambios importantes del estado de ánimo. Estos cambios van desde una tristeza profunda a un estado de euforia intensa o a estados mixtos en los que la excitación se mezcla con sentimientos de profunda tristeza.
Son, por tanto, estados de ánimo patológicos que pueden durar varias semanas o meses y que van mucho más allá de los típicos cambios de humor considerados normales, es decir, aquellos cambios que son reactivos a situaciones de la vida tales como: estar muy triste cuando sucede un evento vital traumático o estar muy alegre cuando aprobamos un examen o conseguimos un trabajo.
Los psiquiatras utilizamos la palabra Depresión para describir las fases de profundo bajón anímico observadas en el Trastorno Bipolar y la palabra Manía para describir las fases de euforia.
También existe una forma más leve de Manía denominada Hipomanía; pero es importante señalar que una persona afectada de un Trastorno Bipolar no siempre se encuentra en un estado extremo. Es más, lo habitual es que se encuentre en un estado de normalidad anímica que denominamos eutimia.
Sintomatología del Trastorno Bipolar
Los síntomas que se presentan dependerán del estado anímico en que se encuentra la persona que padece un Trastorno Bipolar. De manera que, en un episodio depresivo (durante un período mínimo de dos semanas), aparece un ánimo deprimido, una pérdida del interés por las cosas o una incapacidad para disfrutar con las cosas que previamente resultaban placenteras.
Por el contrario, en un episodio maníaco se presenta un estado de ánimo eufórico, con una Autoestima exagerada, el habla acelerada, disminución de la necesidad de dormir, hiperactividad y aumento de la energía. El problema es que consecuentemente puede aparecer también un aumento de actividades de alto riesgo, conductas imprudentes, gastos excesivos de dinero e incluso comportamientos hostiles.
La buena noticia es que una vez diagnosticado el Trastorno Bipolar, todas estas consecuencias negativas se pueden subsanar.
Tratamiento Trastorno Bipolar
El tratamiento del Trastorno Bipolar se basa en cuatro pilares, que por orden de importancia son: medicación, psicoeducación, Psicoterapia y, en menor medida, la autoayuda.
Así pues, la medicación es condición necesaria para el tratamiento y estabilización del Trastorno Bipolar. Es comprensible que a muchas personas les cree mucha inquietud tomar fármacos que actúan sobre el cerebro.
Sin embargo, es importante comprender que el Trastorno Bipolar es un trastorno del cerebro, que es donde debe actuar la medicación para obtener resultados. Los medicamentos para el Trastorno Bipolar actúan corrigiendo fallos en la forma en la que el cerebro regula el estado de ánimo y el pensamiento.
Prevención Trastorno Bipolar
Hoy en día, todavía no podemos prevenir que una persona padezca un Trastorno Bipolar. Las causas no siempre son claras. Varios factores podrían contribuir a su aparición. Por una parte estarían los genes (ya que es una enfermedad hereditaria) y por otra, una anormalidad en la estructura y función del cerebro.
Lo que sí podemos prevenir en gran medida, en una persona diagnosticada de Trastorno Bipolar, es la aparición de episodios de descompensación anímica (es decir, la Depresión y la Manía). Para ello es necesario realizar un adecuado tratamiento.