Toxina Botulínica: Alternativa para aliviar el Bruxismo
El Bruxismo es el acto involuntario de apretar o rechinar los dientes. Entre las causas más comunes se encuentran el Estrés y la inmunodepresión. La Toxina Botulínica ofrece una solución efectiva para controlar este problema.
La Toxina Botulínica, una toxina producida por la bacteria, bloquea la liberación de acetilcolina en el músculo. Esto resulta en una parálisis temporal del músculo, reduciendo su fuerza y disminuyendo el rechinamiento dental producido por el Bruxismo.
El procedimiento consiste en la inyección de Toxina Botulínica en los músculos masetero y temporal, responsables del movimiento mandibular. Es un procedimiento simple y relativamente indoloro. Los efectos se observan aproximadamente en un mes y duran de 4 a 6 meses.
Los candidatos adecuados incluyen personas con Bruxismo severo, desgaste dental, Migrañas resistentes a otros tratamientos y deformidades faciales causadas por el esfuerzo muscular que se realiza al apretar los dientes.
Posibles efectos secundarios y cuidados postratamiento
Después de la aplicación de Toxina Botulínica, es crucial evitar tratamientos dermatológicos y ejercicio intenso durante las primeras 72 horas posteriores.
Pueden surgir efectos secundarios como parálisis excesiva del músculo o alteraciones en la función muscular, como limitación en el movimiento de los labios para sonreír. Sin embargo, estos efectos son temporales y se desvanecen con el tiempo.
El tratamiento con Toxina Botulínica ofrece alivio temporal al Bruxismo y mejora la calidad de vida de los pacientes. Las personas especializadas en Odontología son las más capacitadas para realizar este procedimiento.
La prevención y el tratamiento oportuno son fundamentales para evitar daños mayores. Es esencial identificar los síntomas tempranamente, como Dolor de Cabeza, dolor de cuello, cansancio mandibular y ruidos al abrir o cerrar la boca.