Todo lo que no sabías sobre la Insuficiencia Venosa Crónica
Las Várices son una de las enfermedades con mayor antigüedad en la población mundial, no existe una cura, sin embargo, los tratamientos actuales alivian los dolores y que en un futuro generen complicaciones
La Insuficiencias Venosa Crónica o Várices, como es mejor conocida, es una entidad muy frecuente en el ser humano. Las enfermedades de las venas aparecieron desde el inicio de la inanidad. La Palabra Varice, Variz o Varicoso provienen del latín Varix que significa dilatado.
La sintomatología se presenta en varias formas las cuales van desde las molestias estéticas y el dolor local por las telangiectasias hasta el dolor, Edema, cansancio, daños en la piel, ulceraciones y en el peor de los casos la muerte causada por Tromboembolismo Pulmonar.
Además, esta enfermedad da mucho sufrimiento con disminución de la calidad de vida, afecta la Autoestima y la economía del paciente, ya que se provoca una incapacidad laborar siendo una carga para el sistema de seguridad de social, llegando a los países desarrollados a ser hasta el 3% de los gastos del sistema de salud.
A pesar de los altos costos las Enfermedades Venosas son tradicionalmente subestimadas por los Médicos en general e incluso por los mismos pacientes, de igual manera por las entidades públicas y privadas, ya que se tiene la idea que las Várices son únicamente estéticas debido a que la sintomatología por mucho tiempo puede no ser significativa y el paciente solo le da importancia hasta que presenta cambios de consideración con lesiones tróficas, pigmentaciones, deformidad venosa y ulceraciones, y es en este momento cuando piden ayuda profesional.
Las venas tienen varias funciones importantes como: devolver la sangre hacia el corazón, regular la capacidad del lecho vascular, hacer parte de bomba músculo-venosa y participan en la regulación de la temperatura corporal.
Los modernos métodos de diagnóstico vascular no invasivos como el ultrasonido Doppler a Color (Triplex) permite una evaluación adecuada y completa de los sistemas venosos, ya que da claridad las características y una visión más exacta de la patología de manera objetiva.
Los cambios en la estructura de las venas, tanto en su morfología como en el metabolismo dan la sintomatología y la evolución de la alteración. Las principales características de la Insuficiencia Venosa son la Hiperdistensibilidad, Hipertensión y la Estasis Venosa.
Existen alteraciones en la estructura de las capas venosas: íntima, media y adventicia:
- Íntima: está conformada por el endotelio órgano secretor de factores antitrombóticos, los cambios en la configuración, tensión y presión de la pared venosa y los cambios morfológicos del endotelio son acompañados de variaciones funcionales: aumento de la actividad precoagulante y disminución de la actividad anticoagulante y fibrinolítica. Esto causa engrosamiento del endotelio y reacción proliferativa de la media
- Media: los cambios son múltiples afectando las células musculares lisas con respuesta de hipertrofia a causa de la hipertensión con alteración de su metabolismo, se liberan enzimas y el consumo de oxígeno se reduce una tercera parte
- Adventicia: se presenta con un aumento de las fibras de colágeno, estas fibras son elásticas que se van fragmentando con el paso del tiempo y más si no son atendidas a tiempo. Los Vasa Vasorum (vasos sanguíneos) están incrementados de número
El cambio de la presión venosa al ortostatismo, en venas lesionadas por daño valvular aumentando la presión a nivel del tobillo con cifras de hasta 90 mmHg, llegando a superar la presión osmótica de las proteínas del plasma que se encuentra en 26 mmHg, produciendo un aumento de la filtración capilar, se suspenderá la reabsorción y se acumulará fluido en los tejidos intersticiales (Edema).
Esto puede ser aliviado por: el balance entre las presiones intravasculares y la presión tisular extravascular, la reducción de la presión hidrostática mediada por la bomba musculo-venosa y, por último, el retorno del filtrado capilar a través del sistema linfático.
Por tanto, la descompensación venocapilar, inevitable durante la estación en ortostatismo inmóvil, se supera durante el movimiento mediante la sinergia músculo-valvular (bomba músculo-venosa).
La presentación de la Enfermedad Venosa es muy variada, mostrando Várices con diferencias en el tamaño, la presentación en color y localización.
Con respecto al tamaño se tiene:
- Tipo I Varículas (menos de 1 mm)
- Tipo II Venulectasias (entre 1 y 2 mm)
- Tipo III Venas Reticulares (entre 2 y 4 mm)
- Tipo V Várices de Tributarias (de 3 a 8 mm)
- Tipo V Várices Safenas (superior a los 15 mm)
Dependiendo de las características de las Várices se debe realizar el tratamiento, por lo general las personas suelen presentar diferentes tipos de Várices y requieren de un tratamiento en específico por separado.
Sintomatología
Los síntomas pueden variar desde la ausencia de ellos hasta la incapacidad completa en alguien con úlcera, Edema y celulitis. En la mayoría se presenta numerosos síntomas de diferente intensidad y a menudos paroxísticos como: molestias locales, sensación de tensión, pesadez o fatiga, y dolor a lo largo de las várices en las piernas.
El dolor venoso puede ser de muchos tipos, vago y difícil de definir según los pacientes, sordo, pulsátil, quemante, de desgarro, punzante o de hormigueo. Los síntomas aumentan durante el ortostatismo y mejoran con el ejercicio usando soportes elásticos adecuados, y al acostarse es mejor si levanta las piernas.
El síntoma más común es la observación de venas azules o verdosas prominentes, dilatadas y con apariencia de lombrices o serpientes. Además de las molestias estéticas, la mayoría de los pacientes se queja de dolor local, sensación de pesadez, cansancio, debilidad, calor en las piernas después de estar de pie o sentadas por tiempos prolongados.
También puede presentar piernas inquietas, sensación de fatiga muscular, edema en tobillos y rasquiña, al final del día sensibilidad local sobre las venas y calambres nocturnos.
A la inspección se puede observar las Várices en cualquiera de sus tiempos, además, del complejo varicoso que comprende eczema, dermatopatía cianótica, hipodermis o lipodermatoesclerosis, hiperqueratosis e hiperpigmentación (Dermatitis Ocre Pigmentaria).
La Úlcera Varicosa es una frecuente complicación, la que se localiza típicamente en la cara interna de la mitad inferior de la pierna, rodeada de pigmentación y lipodermatoesclerosis, es única o múltiple, dolorosa, con bordes regulares y violáceos, fondo irregular, puede ser pequeña, sin embargo, con el tiempo va creciendo poco a poco hasta rodear completamente la pierna. Los trastornos tróficos avanzados conducen a complicaciones nerviosas, musculares y osteoarticulares.
Posibilidades terapéuticas
Varias son las posibilidades terapéuticas con las que se puede tratar esta enfermedad como:
- La compresión elástica: con un efecto reparador en estadios tempranos y controlar en más avanzados
- La esclerosis o ablación química: que aplica una sustancia en la luz de la vena produciendo un espasmo con la destrucción del endotelio, lo que lleva a una reacción inflamatoria y fibrosis con desaparición del vaso tratado
- Cirugía: es un proceso quirúrgico que retira las venas afectadas, existen diferentes técnicas que van desde la cirugía abierta o tradicional, hasta técnicas más actualices como la ablación con láser, radiofrecuencia de trocos mayores y flebectomía con anestesia local
Los procedimientos quirúrgicos deben acompañarse antes, durante y después con medidas generales para el cuidado de la piel, soporte elástico, ejercicio y manejo farmacológico. Es importante tener presente que la Enfermedad Venosa debido a su etología y forma de presentación es una enfermedad controlable, no curable en toda su dimensión y en muchas de las ocasiones el tratamiento está encaminado al control de lo síntomas y para evitar complicaciones.