Todo lo que debes saber sobre el Vértigo
El término Vértigo proviene etimológicamente de la palabra verteré, que significa gritar, es decir, el Vértigo es la sensación subjetiva de giros de los objetos o de la misma persona.
El Vértigo se diferencia del término Mareo porque la sensación subjetiva del mismo es mucho más inespecífica: sensación de balanceo, sensación de barco, sensación de flotar.
El primer término proviene, en la mayoría de las ocasiones, de un trastorno en las vías laberínticas centrales, nervio vestibular, vestíbulo o canales semicirculares. Mientras que la causa de un mareo puede ser de muy distintas índoles.
Los Vértigos Vestibulares Periféricos, debutan con una sensación de giros de objetos de la habitación o del propio paciente que le provocan habitualmente sensación nauseosa con o sin vómitos. Y suelen acompañarse también de sensaciones acústicas como acúfenos y sensación de taponamiento como en el hidrops laberíntico.
Las causas de los Vértigos son variadas. Desde un aumento de la presión de los líquidos laberínticos, un proceso inflamatorio agudo del oído medio y/o interno hasta la complicación de una Otitis Crónica.
Tanto la sensación vertiginosa como la de Mareo, precisan de un estudio que comprende el oído interno, y todos aquellos órganos que intervienen en la normofunción vestibular incluido el sistema arterial que nutre el oído y los núcleos vestibulares.
El tratamiento variará dependiendo de la causa primera del Vértigo o Mareo. La mayoría de ellos, son susceptibles de tratamiento médico. Pero en algunos casos hay que recurrir a tratamientos quirúrgicos.