Terapia Cognitivo Conductual: Un proceso colaborativo para la estabilidad mental
La Terapia Cognitivo Conductual debe ser un espacio de acogida y confianza, se trata de un proceso colaborativo que no necesariamente debe iniciarse por un trastorno.
¿Cómo funciona la Terapia Cognitiva Conductual?
Una persona puede acudir a un proceso terapéutico cuando tiene dificultades o preocupaciones, así como en caso de sentirse incapaz de tomar decisiones, solucionar problemas y cuando hay problemas relacionados con el estado de ánimo.
Además, la Terapia Cognitivo Conductual puede ser de utilidad en las relaciones interpersonales, con la pareja o para mejorar la comunicación.
Durante este proceso terapéutico, que no debe confundirse con una consejería, se identifica con ayuda de los procesos psicopatológicos y las fortalezas de la persona, cuál es el problema que atraviesa el usuario. En este caso se hace énfasis en la interpretación de la situación basado en las metas de la persona y su sistema de creencias.
El proceso comienza con una entrevista en la que se recolectan datos y, a través de pruebas psicológicas, se establece una hipótesis que debe verificarse. Es entonces cuando se inicia el proceso de intervención con base en las necesidades de la persona y se debe establecer un método de verificación sobre los resultados, la mejoría o los objetivos terapéuticos que se cumplan. Se trata de un proceso en el que la persona debe aprender a ser su propio terapeuta y debe tener las llaves con las que puede abrir las puertas de lo que considera felicidad.
Beneficios
El principal beneficio de la Terapia Cognitivo Conductual es la estabilidad en la salud mental de la persona que permite tener una mejor disposición y posición frente a lo que vive. Además, cuando se presenten situaciones adversas, la persona será capaz de poner a prueba lo que piensa y a partir de ello, hacer modificaciones a los esquemas de creencias.
Por ejemplo, cuando una persona acude por miedo a ser amada o rechazada, a través de la Terapia Cognitivo Conductual va a entender y modificar esa forma de pensar, va a tener las herramientas para darle una nueva reinterpretación, una nueva forma de sentir y nuevas formas de comportarse.
Terapia Cognitivo Conductual en casa
Durante el proceso terapéutico se dejan actividades de entrenamiento o tareas entre una sesión y otra que permiten a la persona monitorear sus pensamientos con respecto a lo que está experimentando. El objetivo es que las personas tengan las herramientas para identificar qué pasa por su mente, por ejemplo, qué recuerda cuando se siente triste. De esta manera será capaz reconocer estos pensamientos que más adelante pueden convertirse en pensamientos alternativos sin sesgo cognitivo o distorsión cognitiva.
Las actividades complementarias a las sesiones también pueden ser rutinas o hábitos cotidianos que la persona identifique que son de su agrado. De esta manera, la persona observará que al cambiar o realizar tareas que antes no hacía, el estado de ánimo puede modificarse o mejorarse. Otras actividades que se sugieren son técnicas de respiración o regulación de emociones con mindfulness, las cuales se suman al repertorio de cómo piensa, siente y vive la persona para así, tener una postura más adaptativa.
¿Cuál es la importancia?
Es necesario que las personas entiendan y comprendan la importancia de asistir a una terapia psicológica con una persona que esté especializada en el área clínica y en este caso, en el modelo Cognitivo Conductual.
Para acudir a un proceso de Terapia Cognitivo Conductual no es necesario tener un trastorno que altere el funcionamiento personal, familiar o laboral. En la mayoría de los casos, contar con elementos de prevención y promoción de la salud permiten ser una mejor persona. En este proceso colaborativo entre paciente y especialista se deben elaborar metas en común, las cuales deben ser para mejorar.