Septorrinoplastia, cuando buscamos mejorar el aspecto y las funciones de la nariz
En el antiguo Egipto, hace 3.000 años, los médicos ya realizaban intervenciones en la nariz. Hoy en día, es la quinta cirugía estética más realizada: uno de cada mil ciudadanos se somete a esta operación cada año
¿Qué es una Septorrinoplastia?
La Septorrinoplastia es una cirugía integrada en la que realizamos simultáneamente una corrección del problema funcional y del estético. Habitualmente, corregimos la desviación del tabique nasal y reducimos los cornetes inferiores junto a una corrección estética de la pirámide nasal o la punta nasal.
Es una de las técnicas más difíciles de practicar porque el objetivo final debe ser que el paciente respire correctamente y la nariz presente un look muy natural, es decir, que no se note que ha sido intervenida. En una Septorrinoplastia cualquier mínima irregularidad se aprecia claramente.
En la Rinoplastia solo lleva a cabo la corrección estética de la nariz.
¿Qué ventajas ofrece un otorrinolaringólogo a la hora de realizar una septorrinoplastia?
Siempre realizamos una Endoscopia Nasal con un Fibroscopio, de modo que el paciente observa en todo momento la imagen de su cavidad nasal en un monitor. Esto nos permite un diagnóstico preciso y nos facilita la explicación de su dificultad respiratoria. Además, elaboramos un book fotográfico completo que analizamos en el ordenador y le preguntamos cuáles son los rasgos estéticos que más le incomodan y le detallamos las diferentes posibilidades de corrección.
¿Qué técnica se usa más en una Septorrinoplastia?
Existen la tecnica cerrada y la técnica abierta. Sin embargo, ninguna de las dos se utiliza con regularidad en la Sptorrinoplastia, pues ambas presentan muchas limitaciones técnicas. Si la intervención es cerrada, es muy difícil intervenir la punta nasal y los resultados son medianamente predecibles. La Rinoplastia abierta presenta el inconveniente de la cicatriz a nivel de la columela, que es siempre más o menos visible.
Por todo ello, la técnica más adecuada debe ser una que combine lo mejor de ambas, es decir, que no presente cicatriz externa y que permita una gran exposición de la punta y la pirámide, y comprender la relación entre la anatomía, la función y la alteración estética y así realizar las maniobras de corrección más adecuadas.
¿Qué implica este tipo de intervención para el paciente?
Es una operación que realizamos mediante anestesia general, son 24 horas de ingreso hospitalario, el paciente lleva un taponamiento nasal que se retira a los cuatro días y una férula de plástico externa durante dos semanas.
¿Cómo es el posoperatorio?
Se ha extendido el rumor de que es muy doloroso, pero para nada. Hay una sensación de opresión pero no de dolor. Es incómodo porque durante cuatro días no podemos respirar por la nariz, entonces se duerme peor y hay cierto desgaste, de agotamiento. Además, los ojos lagrimean más de lo habitual y los tapones nasales estarán más o menos manchados. El paciente debe ingerir agua con frecuencia para hidratar la orofaringe y comer alimentos en pequeñas cantidades. Durante el primer mes hay que evitar sonarse la nariz y llevar gafas, tampoco puede tomar el sol los primeros meses. Si tiene un empleo sedentario se puede reincorporar en diez días, pero si realiza un esfuerzo físico importante sería entre tres y cuatro semanas. Habitualmente, hay un leve hematoma que desaparece en dos semanas.