Retraso del crecimiento, ¿se puede recuperar?
El retraso del crecimiento consiste en un peso que se mantiene consistentemente por debajo del tercero al quinto percentil para la edad y el sexo
El Retraso del Crecimiento es un término que se usa para describir a niños que no aumentan de peso o estatura durante un período determinado. También se aplica en menores que se encuentran por debajo del percentil 3 según su edad y en función de las tablas médicas estándar de crecimiento.
Cuando el Retraso del Crecimiento es causado por problemas médicos se denomina Retraso de Crecimiento Orgánico. Las principales causas son: Síndromes de Malabsorción Intestinal, Enfermedades Renales, Infecciones Crónicas, Enfermedades Endocrinológicas, Neoplasias y Enfermedades Cardiopulmonares Crónicas.
Sin embargo, el 80% de los niños que acuden a una consulta con esta patología no tienen un problema médico específico. En estos casos se denominan Retraso de Crecimiento No Orgánico y ocurre en situaciones en las que hay una ingesta inadecuada de alimentos o una falta de estímulos psicoafectivos, muy frecuente en niños adoptados.
Síntomas del Retraso del Crecimiento
Aunque cada niño puede experimentarlos de una forma diferente, los síntomas más comunes son: falta de aumento de peso o talla, irritabilidad, fatiga sin razón aparente, somnolencia excesiva, falta de respuesta social adecuada a la edad, evitar el contacto visual, falta de adaptación al cuerpo de la madre, no emitir sonidos verbales o el retraso en el desarrollo motor.
Ante la aparición de estos síntomas, se debe consultar a un pediatra experimentado para obtener un diagnóstico.
Solución al Retraso del Crecimiento
Después del tratamiento apropiado de la causa que produjo el periodo de inhibición del crecimiento, es habitual un período de rápido crecimiento lineal que reconduce al niño a su canal de crecimiento original. Es lo que se denomina como crecimiento recuperador o “catch-up growth”.
Sin embargo, cuando la causa ha tenido una gravedad o duración importante o se ha producido en un período del desarrollo crítico (durante los tres primeros años de vida), la recuperación puede no ser completa. De ahí la importancia de un diagnóstico y tratamiento precoz.