Reducción de pecho
No se trata únicamente de una intervención con la finalidad de mejorar en salud, sino que con ella se obtiene también una mejoría estética, pues se realza el pecho y se estiliza la figura de la mujer
La reducción de pecho se realiza en mujeres con Hipertrofia Mamaria. Se trata de una intervención que consiste en eliminar tejido fibroglandular y graso a través de una incisión en T invertida (peri areolar, vertical y horizontal). No solo se elimina tejido, sino que se eleva la mama, logrando un mejor contorno de la misma.
La intervención mejora considerablemente la calidad de vida de las pacientes, en el sentido de un menor dolor de espalda y una mayor facilidad para hacer deporte. Pero no se trata únicamente de una intervención con la finalidad de mejorar en salud, sino que con ella se obtiene también una mejoría estética, pues se realza el pecho y se estiliza la figura de la mujer.
Riesgos de la reducción de pecho
Como cualquier intervención conlleva riesgos relacionados con la cirugía, tales como formación de seroma, hematoma o infección de herida quirúrgica. Todos ellos son cada vez menores, ya que se toman medidas preventivas, tales como una correcta hemostasia y antibioterapia. Es importante un adecuado manejo de las cicatrices para evitar que éstas sean ensanchadas o hipertróficas. Las alteraciones de sensibilidad pueden aparecer en los meses inmediatos a la cirugía, pero suelen tener resolución temprana.
Indicaciones tras una reducción de pecho
En el postoperatorio inmediato, las pacientes deben guardar reposo, sin realizar esfuerzos con los brazos y manteniendo las heridas limpias y secas. En 10-15 días se retiran puntos y a partir de 2 ó 3 semanas se comienza con masajes sobre las cicatrices, para lograr una mejor evolución de las mismas.
Tendrán que llevar sujetador deportivo durante 1 mes y dormir boca arriba durante 3-4 semanas. Al mes se comienza progresivamente a realizar esfuerzos, coger peso y reanudar la actividad física.