Reconstrucción del Ligamento Cruzado Anterior
De los cuatro ligamentos más importantes de la rodilla, el Ligamento Cruzado Anterior es el que se lesiona con mayor frecuencia. Su lesión causa una gran inestabilidad y altera la movilidad articular
Mediante la Artroscopia se sustituye el ligamento dañado por un injerto de la propia rodilla lesionada y el paciente retoma su actividad habitual sin molestias ni riesgos.
En la rodilla existen dos clases de ligamento, en el pivote central destacamos el Ligamento Cruzado Posterior y el Ligamento Cruzado Anterior. Además de estos dos, existen unos ligamentos periféricos, a destacar el ligamento lateral interno y otros capsulares. Hablamos del ligamento cruzado anterior porque es muy frecuente su ruptura, porque tiene una trascendencia biomecánica y porque existen unos tópicos que hay que aclarar. El ligamento cruzado se rompe normalmente por un mecanismo de torsión, ya sea con el pie fijo en el suelo, con una patada al aire o con un movimiento de rotación.
Trasendencia de la lesión
El movimiento de flexo-tensión de la rodilla se realiza alrededor de un eje que forman los dos ligamentos cruzados. Con la ruptura del Ligamento Cruzado Anterior aparece un desplazamiento hacia adelante de la tibia provocando una laxitud que va a dañar el cuerno posterior del menisco interno o externo y por mecanismo de cizallamiento el cartílago. Esto podrá provocar a la larga una Artrosis de Rodilla.
Existe la creencia generalizada de que potenciando la musculatura se puede controlar este desplazamiento y esto no es cierto, lo que se controla es la sensación de inestabilidad del paciente pero no la laxitud, esta laxitud existe siempre y es la que va a deteriorar la rodilla.
El diagnóstico de la lesión del Ligamento Cruzado Anterior se realiza mediante la exploración clínica en la que el cirujano testa el cajón anterior y los tests dinámicos, es decir, la inestabilidad rotacional que tiene esta rodilla. En ocasiones se recurre a una Resonancia Magnética que da información del estado de los meniscos, del cartílago y de otras estructuras.
Tratamiento
La Reconstrucción del Ligamento Cruzado Anterior se realiza mediante tendones del propio paciente. Con una técnica artroscópica en la que se realizan dos túneles, uno en fémur y otro en tibia y se pasa a través de estos túneles el tendón que es retirado de la propia rodilla. Con esto se realiza una nueva estructura ligamentosa.
La estancia hospitalaria acostumbra a ser muy corta, prácticamente un día, y el programa posoperatorio de rehabilitación es muy precoz, se inicia a las 24 horas y consta, básicamente, de tres fases. La primera fase es de rehabilitación en la que se trabaja la rodilla aisladamente, una segunda fase llamada de propiocepción en la que se coordina esa rodilla operada con el resto del cuerpo y, finalmente, una tercera fase en la que se hace musculación y deportes de pivotaje más intensos.