Rayos Ultravioleta y el polvo ocasionadores de Pterigión
Las personas que trabajan en ambientes de polvo o que están en constante exposición solar, puede ocasionar que el tejido de la conjuntiva del ojo comience a crecer haciendo que el ojo se irrite más rápidamente y que se altere la visión nítida y clara
El Pterigión es el crecimiento anormal de un tejido en la conjuntiva del ojo, que es el tejido que recubre la parte blanca o esclerótica del ojo, su origen se da cuando se está expuesto a factores externos como los rayos ultravioletas, a esto se le puede sumar el ambiente donde la persona se encuentre, por ejemplo, sitios donde haya mucho polvo.
En un inicio este crecimiento no llega a comprometer el ojo, ya que es asintomático, sin embargo, cuando no se trata a tiempo se va desarrollando de forma constante comprometiendo la córnea y que vaya generando una disminución de la visión.
Síntomas
En las primeras etapas del Pterigión la persona no experimenta síntomas de la enfermedad, en algunos casos dependiendo de los factores ambientales se llega a manifestar irritación, ardor y sensación de rascarse. En etapas más avanzadas el ojo comienza a colorarse de un tono rojizo y se tiene la sensación de tener un cuerpo extraño, esto se vuelve incómodo y es uno de los principales motivos de consulta.
Tratamiento y Prevención
El tratamiento dependerá de la etapa en la que se encuentre el Pterigión, cuando es leve o moderado lo principal es la observación y deberá ser acompañado de medicamentos en gotas que alivien los síntomas, en etapas avanzadas donde el crecimiento del tejido ya está invadiendo la córnea es necesario un procedimiento quirúrgico para poder retirarlo y reemplazarlo con otro tejido sano de conjuntiva del mismo ojo para evitar que en el futuro vuelva a manifestarse esta enfermedad.
La prevención principalmente recae en los cuidados que se deben seguir cuando las actividades se desarrollan en un ambiente donde hay polvo o se está mucho tiempo en la exposición al sol, es necesario utilizar gorra o sombrilla, además de anteojos que tengan filtros especialmente para impedir que los rayos ultravioleta lleguen a los ojos.
A esto se puede sumar no tallarse los ojos con las manos sucias y acudir con el especialista en Oftalmología al momento de que comiencen los síntomas.