¿Qué quiere decir “Dieta personalizada”?
Ponerse a dieta siempre es un proceso ligeramente costoso. Para llevarla a cabo de forma adecuada hay que tener en cuenta diversos aspectos, que variarán según la persona. De ahí la importancia de hacer una Dieta Personalizada
Como especialistas en Nutrición, cuando una persona se acerca a consulta porque desea reducir su peso, hemos de tener en cuenta 3 elementos antes de proponer cualquier tipo de dieta:
1) La actividad física que está realizando
2) Hábitos en su forma de comer
3) Tipos de alimentos que está ingiriendo
Esto está dirigido a que la dieta sea, por un lado, lo más cómoda posible y, por otro lado, que el paciente no sufra un desbalance físico, sobre todo en los días de mayor actividad. Estos son los objetivos que persigue el proponer una Dieta Personalizada.
1) Actividad física que se está realizando
Ese día tenemos que recurrir a los hidratos de carbono para recuperar la energía y no sufrir algún malestar. Los hidratos simples (frutas y verduras) deben consumirse antes de la actividad física, para ser usados durante el momento del ejercicio. Los hidratos compuestos (arroz, patatas, legumbres, pasta) debemos utilizarlos los días de la actividad física y no otros días. Se pueden tomar a lo largo del día pero es mejor ingerirlos a mediodía.
Las proteínas (legumbres, frutos secos, carnes, pescados, lácteos y huevos) los usaremos con más frecuencia si estamos haciendo una actividad física de fuerza o un ejercicio de musculación.
2) Hábitos en la forma de comer
Es importante respetar, en la medida de lo posible, la forma de comer de cada persona (número de comidas y distribución de los alimentos). Más adelante daremos unas pautas de cómo debe ser.
Lo ideal es cambiar hábitos poco a poco, con sugerencias, sin imposiciones. Hay que tener en cuenta que los hábitos están muy arraigados y cambiarlos de golpe convertiría la situación en más molesta de lo que debe ser llevar una dieta. Hay personas que no almuerzan, o no meriendan, o tienen turnos de trabajo cambiados y deben adaptar las comidas.
Por lo tanto, hemos de ir corrigiendo las dificultades que puedan surgir. Buscar que la persona nos llegue a decir “no me siento a dieta”.
3) Tipos de alimentos que se están ingiriendo
Hemos de hacer un rastreo del tipo de alimentos que está ingiriendo la persona. Tendremos que rebajar unos, cambiar otros por su forma más saludable o más light y eliminar algunos de ellos. Lo ideal es, por lo tanto, buscar que la dieta sea lo más personalizada posible.