¿Qué ocurre tras la Transferencia Embrionaria?
En las dos semanas de espera desde la Transferencia Embrionaria hasta la realización de la prueba de embarazo, nuestra recomendación es que intentes llevar una vida lo más activa que te permita tu estado físico
Después de todo el proceso de estimulación ovárica, recuperación de los óvulos y fertilización de los mismos, se finaliza el ciclo de Fecundación In Vitro (FIV) con la colocación del embrión o embriones dentro del útero. Es lo que llamamos Transferencia Embrionaria. Este es un procedimiento sencillo e indoloro en la gran mayoría de las ocasiones.
Se introduce un fino catéter a través del cuello del útero y se depositan los embriones en el fondo uterino. Las molestias que puede sentir la mujer son similares a las que se experimentan durante la realización de una citología.
Síntomas que pueden aparecer
Tras la Transferencia Embrionaria y en los días posteriores pueden aparecer una serie de síntomas con mayor o menor intensidad. Es muy importante saber que estos síntomas son inespecíficos y que en absoluto nos indican si el tratamiento ha tenido éxito o no. Lo único que nos dirá con certeza sí se ha producido la gestación o no es la prueba de embarazo, para la que se deben esperar dos semanas desde la transferencia.
Ocasionalmente puede experimentarse sensación de cansancio o mareo, que normalmente es debida al uso de la progesterona que se prescribe en los tratamientos de Fecundación In Vitro (FIV). Esta medicación, que generalmente se utiliza por vía vaginal, también puede producir un aumento en la cantidad del flujo.
A veces puede existir un pequeño sangrado en el transcurso de las dos semanas hasta la prueba de embarazo. Esto no nos indica que la mujer no esté embarazada, del mismo modo que la ausencia de sangrado tampoco nos asegura que exista una gestación.
En ocasiones puede haber náuseas, que pueden deberse al tratamiento hormonal realizado. También puede existir tensión mamaria u otros cambios debidos a dicho tratamiento.
Las mujeres pueden notar molestias pélvicas como las que sienten cuando van a tener la menstruación. Este síntoma puede ser causado por la estimulación ovárica (los ovarios pueden continuar con un tamaño mayor de lo normal) y por los cambios que puede experimentar el útero.
Otro síntoma que puede aparecer es el aumento en la frecuencia de la micción, que puede deberse a la hormona hCG. Esta hormona se utiliza para la maduración final del óvulo, antes de la punción ovárica, y también es la hormona que se produce de forma natural en un embarazo, por lo que no es posible saber si la micción frecuente es debida a la medicación durante el ciclo o a una gestación.
En las dos semanas de espera desde la Transferencia Embrionaria hasta la realización de la prueba de embarazo, nuestra recomendación es que intentes llevar una vida lo más activa que te permita tu estado físico. No dejes de hacer los planes y las actividades que surjan; intenta tener tu mente ocupada. De esta forma limitarás la observación excesiva de los síntomas descritos y evitarás extraer conclusiones sobre el resultado del tratamiento.