¿Qué es la Metatarsalgia?
La Metatarsalgia es una condición en la cual hay dolor a nivel de la región anterior del pie (las cabezas de los metatarsianos). Este dolor usualmente se presenta asociado a ciertas patologías del pie, así como actividades
Síntomas de la Metatarsalgia
Los síntomas, son el dolor del antepié con el uso o con la marcha, a nivel del sitio donde “nacen los dedos en el pie”. En reposo, el dolor suele disminuir. Puede aparecer una sensación quemante en la parte de la planta anterior cercana a los dedos, y la piel suele endurecerse, o tener hiperqueratosis en esa zona.
Causas intrínsecas de la Metatarsalgia
La Metatarsalgia se asocia a causas intrínsecas (propias de la persona) como es la presencia de los metatarsianos más largos respecto al Hallux (dedo gordo), lo cual lleva a una sobrecarga de esta zona; la presencia de Hallux Valgus (juanete); la disminución del cojinete graso del antepié (usualmente con la edad avanzada); o la presencia de pie cavo (variante en la forma del pie, con un empeine alto). Las personas con Sobrepeso también son propensas a desarrollar esta enfermedad debido a que la parte del antepié se sobrecarga con su peso. La Diabetes, gota, artritis reumatoide y la acumulación de líquido en los pies son también posibles casas.
Causas externas
Las causas extrínsecas, son el uso excesivo de los pies como es la marcha prolongada con calzado inadecuado, que lleve a la recarga del antepié. Es una patología que no se puede prevenir ya que está asociada a la forma del pie, sin embargo, se puede manejar ortopédicamente o en caso de no respuesta, quirúrgicamente.
Complicaciones en otras partes del cuerpo
La persona que sufre de esta enfermedad, tiende a cambiar el patrón de marcha, lo cual lleva sobrecarga de otras áreas del pie. Al sentir estas molestias es recomendable asistir al especialista para detectar inmediatamente la causa del problema ya que los dedos pueden comenzar a deformarse y dar paso a los dedos de martillo o garra.
Tratamiento
El tratamiento es inicialmente sintomático, con analgésico, fisioterapia y medidas locales como el cambio de calzado más adecuado que permita la movilidad de los dedos, descanso con los pies en alto, ejercicios de estiramiento, quitar los endurecimientos en la planta, y en caso de persistir uso de plantillas medicadas. Si con este manejo no hay mejoría, el Especialista consideraría manejo quirúrgico según la configuración del pie.