¿Qué es la esclerosis múltiple y cómo la tratamos actualmente?
La Esclerosis Múltiple (EM) es la primera causa neurológica no traumática de discapacidad en adultos menores de 40 años. Se estima que afecta alrededor de 2.5 millones de personas en todo el mundo, con una ratio de mujeres/hombres de 3:1
Origen de la Esclerosis Múltiple
El origen de la Esclerosis Múltiple se desconoce, aunque se acepta que es una enfermedad con dos componentes: uno inflamatorio-autoinmune, propiciado fundamentalmente por linfocitos T-CD4 activados que pasan la barrera hematoencefálcia, que da lugar a lesiones secuenciales (dispersión temporal) y parcheadas (dispersión espacial), de localización preferente en la sustancia blanca del sistema nervioso central (SNC), y otro degenerativo que da lugar a daño axonal neuronal irreversible. Ambos procesos están presentes desde el inicio de la enfermedad, pero su intensidad varía de unos sujetos a otros, lo que unido al distinto potencial reparador de cada individuo, hacen que su curso sea muy variable y su evolución poco predecible.
Diagnóstico y tratamiento de la Esclerosis Múltiple
Existe la convicción de que un diagnóstico y tratamiento tempranos de la EM disminuirán la acumulación de lesiones y el grado de discapacidad, que depende del daño axonal y la consiguiente atrofia. Gracias a la aportación de la resonancia magnética (RM), esta enfermedad puede diagnosticarse con alta fiabilidad cuando se presentan los primeros síntomas de Disfunción Neurológica –el denominado síndrome desmielinizante aislado-, ya que permite demostrar lesiones de distinta localización y en diferentes estadios evolutivos, revelando así los dos aspectos esenciales del padecimiento.
Evolución de la Esclerosis Múltiple
La EM puede tener un curso inicial de brotes y remisiones (recurrente-remitente), con episodios de déficit neurológico que se recuperan total o parcialmente; la mitad de los pacientes con esta forma de inicio pasarán a presentar una progresión de la discapacidad independiente de brotes (forma secundaria progresiva). En alrededor del 15% de los casos se produce un aumento gradual de la discapacidad desde el inicio (forma primaria progresiva, que puntualmente puede tener brotes superimpuestos). Actualmente se le otorga gran importancia a la presencia de lesiones captantes de Gd en el estudio de RM, ya que traducen actividad.