Ptosis Parpebral, un descenso del párpado superior
La Ptosis palpebral, comúnmente conocida como el párpado caído, es un descenso del párpado superior provocando que el ojo esté más tapado de lo normal
Ptosis palpebral o blefaroptosis ¿por qué se produce?
La Ptosis palpebral, comúnmente conocida como el párpado caído, es un descenso del párpado superior provocando que el ojo esté más tapado de lo normal. Esta patología impide al paciente abrir los ojos con normalidad, causándole fatiga al final del día y dificultando la visión.
En el caso de los niños, la Ptosis puede dar lugar a un ojo vago, ya que este no recibe la suficiente estimulación visual para desarrollar la visión normal.
Existen varias causas por las que aparece esta patología. La más frecuente se debe a razones de edad pero también se dan otras menos frecuentes como Reacciones Alérgicas, Enfermedades Musculares, Enfermedades Neurológicas y Traumatismos.
Asimismo, hay posibilidad de sufrir Ptosis Congénita, desde el nacimiento, debido a que las fibras musculares no se han desarrollado correctamente y se encuentran sustituidas por tejido fibroso.
Prevención
No es una patología que aparezca por sobre-esfuerzo visual ni que se pueda prevenir con ejercicios.
Procedimiento de la intervención
Generalmente consiste en reforzar el músculo elevador del párpado mediante un pequeño acortamiento del mismo. Sólo en los casos de Ptosis Paralítica debe recurrirse a la suspensión frontal.
Las diferentes técnicas que existen para corregir la Ptosis Palpebral son:
- Via anterior: consiste en reforzar el músculo elevador mediante una incisión en el pliegue natural del párpado. Esta incisión es la misma que se realiza para una blefaroplastia, por lo que se pueden hacer a la vez. La cicatriz no es visible
- Via transconjuntival o Técnica de Putterman: se refuerza el músculo elevador por vía transconjuntival. Al no hacerse una incisión cutánea, no existe ninguna cicatriz
- Suspensión Frontal: se emplea cuando las técnicas anteriores no funcionan. Se conecta el párpado al músculo frontal, de forma que el paciente abra los ojos al elevar las cejas por acción del músculo frontal
Operación tanto para niños como adultos
En el caso de los niños, si no existe riesgo de ojo vago es preferible esperar. En el caso contrario, la operación debe ser inmediata.
Cuidados tras la operación
Los primeros días tras la intervención es aconsejable aplicar frio y lubricar el ojo mediante colirio, así como la aplicación de una pomada en la cicatriz para reducir los hematomas. En un máximo de dos semanas el paciente estará totalmente recuperado.