Protege tu vista: consejos esenciales para el cuidado visual al usar pantallas
La exposición prolongada a las pantallas de dispositivos electrónicos como computadoras, teléfonos móviles y tablets puede causar fatiga visual, sequedad ocular y otros problemas oculares.
¿Cuáles son los efectos más comunes del uso prolongado de pantallas en la vista?
Cuando hablamos de uso prolongado, nos estamos refiriendo a estar más de 4 horas sin despegarse de la pantalla. Debemos considerar que los trabajos actuales no son de seis u ocho horas, sino que ya se están extendiendo hasta 10 o 12 horas, sobre todo para las personas que trabajan en casa. Estar tanto tiempo frente a la pantalla sin descansar puede ocasionar varios efectos negativos en la salud ocular.
Ojo Seco
Uno de los primeros efectos es el Ojo Seco. Este se presenta porque cuando estamos muy concentrados en la pantalla, no parpadeamos lo suficiente. El parpadeo en condiciones normales ocurre cada 6 segundos, pero cuando estamos concentrados visualmente, pasa cada 10 segundos. Esto implica que el ojo está expuesto por más tiempo durante el día, lo que lleva a la sequedad ocular. Si a esto le sumamos factores como el aire acondicionado en las oficinas o la contaminación ambiental, la situación empeora.
Acomodación visual afectada
Otro efecto que ocurre al estar mucho tiempo frente a una pantalla es que la capacidad de acomodación del ojo se ve afectada. La acomodación del ojo, que ocurre en el cristalino, nos permite ver de cerca y luego de lejos. Este mecanismo se retarda cuando estamos demasiado tiempo mirando una pantalla. Al final del día, esto puede hacer que veamos borroso y que tengamos dificultades para leer, incluso en aplicaciones como WhatsApp.
Fotofobia: sensibilidad a la luz
La pupila, otro de los órganos dentro del ojo, responde a la cantidad de luz que entra. Cuando estamos en visión cercana, la pupila se cierra para mejorar la acomodación. Al estar frente a una pantalla, la pupila también se mantiene cerrada, lo que genera una especie de "tensión muscular". Al final del día, la pupila puede abrirse de manera involuntaria, provocando lo que se llama Fotofobia, o sensibilidad a la luz.
Además de los tres efectos mencionados (Ojo Seco, Fotofobia e incapacidad de acomodación), podemos experimentar Dolor de Cabeza, lagrimeo, ojos rojos, escozor, sensación de querer rascarse o ardor en los ojos. Algunas personas experimentan síntomas tan fuertes que incluso pueden sufrir un Blefarospasmo, que es el cierre involuntario de los párpados debido al agotamiento ocular.
¿Qué medidas se pueden tomar para prevenir la fatiga visual al usar pantallas durante largos periodos?
Durante la pandemia, la OMS propuso varias recomendaciones para disminuir la exposición prolongada a las pantallas. Lo ideal sería reducir las horas frente a ellas, pero cuando esto no es posible, hay algunas estrategias que pueden ayudar.
- Distancia de la pantalla: mantén una distancia de la pantalla que sea aproximadamente el largo de tu brazo. Esto ayudará a que la acomodación no se realice de manera tan cercana, reduciendo la fatiga ocular
- Ajuste del brillo de la pantalla: reducir el brillo de la pantalla disminuirá la cantidad de luz que entra en el ojo, ayudando a que la pupila no se mantenga cerrada todo el tiempo
- Pausas visuales regulares: aunque pueda parecer difícil, es importante tomar pausas periódicas. Cada hora, intenta cerrar los ojos por unos 5 a 10 segundos para regenerar la película lagrimal. Cada 2 horas, haz un descanso más largo, mirando a lo lejos durante 10 a 15 minutos
- Descanso completo de la actividad visual: cada 3 a 4 horas, toma un descanso completo de la actividad visual. Esto significa dejar el computador y el celular, y caminar un poco. Si trabajas en una oficina, sal a caminar hasta el baño o donde puedas encontrar un poco de espacio. Si trabajas en casa, sal a la ventana o al balcón por unos 20 minutos para relajarte y mirar a lo lejos
La Astenopia: un síntoma agravado
Antes de la pandemia, la Astenopia, o cansancio visual, era un síntoma común en personas que pasaban mucho tiempo frente a la pantalla. Sin embargo, durante la pandemia, este síntoma se ha intensificado, ya que muchos de nosotros pasamos 12 horas o más frente a una pantalla, incluso en nuestros momentos de descanso.
La luz azul y el impacto que causa en los ojos
La luz que emiten las pantallas, particularmente la luz azul, podría tener un impacto a largo plazo en la salud ocular. Algunos estudios sugieren que esta luz podría simular el daño que genera la luz ultravioleta, aunque aún se necesitan más investigaciones para confirmar este vínculo. Lo que sí sabemos es que la exposición prolongada afecta el sueño y la vigilia, alterando nuestro ciclo circadiano.
Protección ocular: ¿Son efectivas las gafas?
Las gafas para protegerse de la luz de las pantallas pueden ser útiles, pero no son una solución definitiva. Aunque ayudan a reducir el reflejo y el exceso de luz, el descanso sigue siendo la clave para mantener la salud ocular. Si no descansamos adecuadamente, nuestros ojos seguirán fatigados, independientemente de las gafas que usemos.
Ergonomía y colocación de la pantalla
La posición de la pantalla también es crucial para evitar la fatiga ocular y otras molestias físicas. Idealmente, la parte superior de la pantalla debe estar a la altura de los ojos, de modo que, al mirar hacia abajo, la cantidad de ojo expuesto sea menor. Además, la postura debe ser ergonómica para evitar dolores en el cuello y la espalda.
Más allá de las gafas o los ajustes en la pantalla, la clave para evitar el agotamiento visual y los efectos negativos de las pantallas es tomar descansos regulares. Parpadear, mirar a lo lejos, descansar cada cierto periodo y mantener una distancia adecuada son medidas simples pero efectivas para proteger nuestros ojos.