Prostatectomía Radical Laparoscópica: tratamiento para el Cáncer de Próstata
La próstata es una glándula exclusiva del hombre, situada por debajo de la vejiga, envolviendo la uretra y en contacto directo con el músculo esfínter. Generalmente, el tumor se desarrolla en la periferia prostática y en su estadio inicial no da síntomas. Si su esperanza de vida es mayor a diez años es factible que el tumor crezca, rompiendo la cápsula prostática e infiltre el cuello de la vejiga, pudiendo desarrollar Metástasis
Por este motivo, es conveniente diagnosticar el tumor de manera precoz con algunas de las alternativas terapéuticas, entre las cuales se encuentra la prostatectomía radical. Un tratamiento que ha demostrado una mayor eficacia a largo plazo.
¿En qué consiste el procedimiento?
El procedimiento consiste en la disección de la próstata de sus estructuras vecinas. Debemos tener en cuenta que para preservar el músculo esfínter (permite el paso de una sustancia de un órgano a otro) para la correcta recuperación de la continencia postoperatoria. El procedimiento quirúrgico precisará de anestesia general. Posteriormente, se procede a coser la vejiga con la uretra para la correcta salida de la orina y se utilizará una sonda uretral que el paciente deberá llevar de 7 a 10 días.
Las técnicas laparoscópicas permiten realizar el procedimiento con 5 orificios de 5 y 10 mm, generando menos dolor postoperatorio y un alta más precoz. En los casos en que haya poca cantidad de cáncer y tumores de baja o media agresividad, siempre que el paciente esté interesado, se podrá practicar una cirugía con conservación de haces neurovasculares (cordones arteriales y nerviosos que rodean la próstata). Lo que permitirá al paciente con alta probabilidad recuperar sus erecciones tras un programa de rehabilitación.
Del mismo modo si el paciente no es sexualmente activo, impotente o no está interesado en la actividad sexual se resecaran los nervios adyacentes a la próstata para una mayor seguridad oncológica.
Posibles riesgos
Las complicaciones de la prostatectomía radical residen en la posición anatómica de la próstata y en la dificultad de separar la próstata de sus órganos vecinos sin dañarlos. No obstante, estas complicaciones se producen en un mínimo porcentaje de pacientes y, aún menos, si cuentan con un buen equipo de cirujanos con larga trayectoria.