Proceso de recuperación tras una lesión cerebral
Las Lesiones Cerebrales afectan a pacientes que han sufrido un daño cerebral adquirido, en su mayoría Ictus y Traumatismos Craneoencefálicos, pero también el provocado por Anoxia Cerebral, tumores u otras patologías
Evitar la muerte es el gran logro de la medicina moderna. Los enormes avances científicos de los últimos años, los medios asistenciales y el esfuerzo titánico para salvar la vida en las Unidades de Cuidados Intensivos, en los Servicios de Neurología o de Neurocirugía, han conllevado una mayor supervivencia. Sobrevivimos más, pero a expensas de una discapacidad.
Una vez superada la fase aguda de la enfermedad, el paciente debería realizar un tratamiento neurorrehabilitador. Existen centros monográficos que nos dedicamos a ello, tratando a la persona que ha sufrido las consecuencias de un Daño Cerebral como un todo indivisible por los diferentes especialistas que componen el equipo neurorrehabilitador (neurólogo, rehabilitador, psiquiatra, fisioterapeutas, neuropsicólogos, logopedas y terapeutas ocupacionales).
El objetivo es disminuir al máximo las secuelas y alcanzar la mayor autonomía posible. El Daño Cerebral puede afectar a todas las esferas de la vida, pudiendo producir deficiencias a nivel motor, cognitivo o afectivo-comportamental. Se afirma que un tratamiento precoz, intensivo, coordinado e interdisciplinar mejora el pronóstico a largo plazo, reduciendo la severidad de las secuelas y la discapacidad.
El sistema nervioso posee una capacidad de adaptación para cambiar su estructura y funcionamiento. Dicha plasticidad cerebral nos permite actuar sobre las redes neuronales, ya que todo está conectado, y mejorar las diferentes funciones. Pero esta capacidad es temporal, de ahí la importancia de comenzar cuanto antes.
Además de las terapias específicas con los profesionales existen otras técnicas como la Estimulación Magnética Transcraneal repetitiva, una técnica no invasiva que consiste en la aplicación de pulsos de energía electromagnética sobre las células nerviosas del cerebro para activar o modificar su funcionamiento, o los equipos de estimulación boeléctrica para la rehabilitación de la mano paralizada.