Problemas de cadera en niños: la importancia del diagnóstico temprano
Los niños utilizan sus caderas todos los días: para gatear, sentarse, caminar o pararse. Por esta razón debemos estar atentos, ya que pueden surgir problemas que dificulten el movimiento de forma correcta y adecuada.
Condiciones de cadera comunes en los niños
Existen algunas causas muy comunes del Dolor de Cadera en los niños y todas requieren consulta con un Ortopedista Pediátrico. Las más habituales son:
- Lesiones
Es la causa más común, ya sea por Fracturas o por Distensiones Musculares, estas son fáciles de detectar en niños mayores y en adolescentes, pero son algo más complicadas en bebés y niños pequeños
Algunos bebés nacen ya con este problema, y otros lo pueden sufrir después de nacidos. Suele presentarse más en las niñas que en los niños y es frecuente en bebés nacidos de nalgas
- Sinovitis Transitoria
Es una cojera o un dolor articular autolimitado, pero igual requiere valoración inicial
- Artritis Idiopática Juvenil
Puede causar rigidez o hinchazón en las articulaciones y en las caderas
- Enfermedad de Legg-Calve-Perthes
Se necrosa la cabeza del fémur como consecuencia de la falta de aporte sanguíneo, lo que puede hacer que el niño cojee o presente rigidez y Dolor en la Cadera, el muslo o la rodilla
- Infecciones
Son consideradas una urgencia ortopédica y pueden ser causadas por virus, hongos, o bacterias como en el caso de la Osteomielitis o Artritis Séptica.
Diagnóstico temprano
Recuerda que el ortopedista pediátrico conoce a qué edad se manifiestan las complicaciones más prevalentes en la cadera, como la Displasia y las Deformidades Vertebrales, y puede realizar un diagnóstico temprano que facilite la pronta recuperación del niño.
El ortopedista infantil se encarga de hacer los exámenes médicos preventivos para detectar, prevenir, diagnosticar y tratar las múltiples condiciones y deformidades que afectan al sistema músculo esquelético durante el periodo de crecimiento del niño; estos tratamientos pueden hacerse con procedimientos médicos o quirúrgicos.
La prevención y el diagnóstico temprano mejoran la calidad de vida de tu bebé y, como el esqueleto se comporta diferente en la niñez, requiere de atención especializada.