¿Por qué ocurre un Derrame Cerebral y qué puedes hacer para evitarlo?

Un Derrame Cerebral, también conocido como Accidente Cerebrovascular (ACV) o Ictus Hemorrágico, es una afección médica grave que se produce cuando el suministro de sangre a una parte del cerebro se interrumpe o se reduce significativamente, lo que impide que el tejido cerebral reciba oxígeno y nutrientes. Sin un suministro adecuado de sangre, las células cerebrales comienzan a morir en cuestión de minutos.

Este tipo de Accidente Cerebrovascular puede tener graves consecuencias, desde discapacidades físicas y cognitivas hasta la muerte, dependiendo de la ubicación y extensión del daño.

Tipos de Derrame Cerebral

Los Derrames Cerebrales se dividen según su causa:

Derrame Cerebral Isquémico

El Derrame Cerebral Isquémico es el tipo más común, representando aproximadamente el 87% de todos los casos. Este tipo de Accidente Cerebrovascular (ACV) ocurre cuando una arteria que suministra sangre al cerebro se obstruye, generalmente debido a un coágulo de sangre. Hay dos subtipos principales de Derrame Cerebral Isquémico:

• Trombótico: ocurre cuando un coágulo de sangre (trombo) se forma en una de las arterias que suministran sangre al cerebro
• Embólico: se produce cuando un coágulo de sangre u otro fragmento de material viaja desde otra parte del cuerpo (como el corazón) hasta el cerebro y bloquea una arteria cerebral

Derrame Cerebral Hemorrágico

El Derrame Cerebral Hemorrágico se produce cuando una arteria en el cerebro se rompe, provocando sangrado en o alrededor del cerebro. Este tipo de Derrame Cerebral es menos común pero más grave que el isquémico. Hay dos subtipos principales:

• Hemorragia intracerebral: ocurre cuando una arteria dentro del cerebro se rompe y sangra en el tejido cerebral circundante
• Hemorragia subaracnoidea: se produce cuando hay sangrado en el espacio entre el cerebro y las membranas que lo cubren

Ataque Isquémico Transitorio (AIT)

El Ataque Isquémico Transitorio, a menudo llamado "mini Derrame Cerebral", es un episodio temporal de síntomas similares a los de un Derrame Cerebral Usquémico. La diferencia es que, en un AIT, la obstrucción es temporal y el flujo sanguíneo se restablece rápidamente. Aunque los síntomas desaparecen en cuestión de minutos a horas, un AIT es una señal de advertencia de que un Derrame Cerebral completo puede ocurrir en el futuro.

Causas del Derrame Cerebral

El Derrame Cerebral puede originarse por diversas razones. Algunas de las causas principales incluyen:

• Hipertensión Arterial: la presión arterial alta puede debilitar las paredes arteriales, lo que aumenta el riesgo de ruptura
• Aneurismas Cerebrales: protrusiones anormales en las paredes arteriales que pueden romperse y sangrar
• Malformaciones Arteriovenosas (MAV): conexiones anormales entre arterias y venas que pueden romperse
• Trastornos de la Coagulación: condiciones que afectan la capacidad de la sangre para coagularse
• Estilo de vida poco saludable: hábitos como el tabaquismo, consumo excesivo de alcohol, Obesidad y sedentarismo incrementan significativamente el riesgo de un ictus
• Factores hereditarios: antecedentes familiares de accidentes cerebrovasculares aumentan la probabilidad de sufrirlos, especialmente si hay enfermedades genéticas asociadas

En el caso de un Derrame Cerebral Isquémico también puede ocurride debido a:

• Aterosclerosis: acumulación de placas de grasa en las arterias, que pueden estrechar o bloquear el flujo sanguíneo
• Trombos: formación de coágulos en las arterias del cerebro o en las arterias que llevan sangre al cerebro
• Émbolos: coágulos que se forman en otras partes del cuerpo (por ejemplo, el corazón) y viajan al cerebro

Factores de Riesgo

Los factores de riesgo para un Derrame Cerebral son modificables y no modificables:

Factores de riesgo no modificables:

• Edad: el riesgo de Derrame Cerebral aumenta con la edad, especialmente después de los 55 años.
• Género: los hombres tienen un mayor riesgo de sufrir un Derrame Cerebral, aunque las mujeres tienen una mayor probabilidad de morir a causa de uno.
• Historia Familiar: un historial familiar de Derrame Cerebral aumenta el riesgo
• Raza/Etnicidad: las personas de ascendencia afroamericana y latina tienen un mayor riesgo

Factores de riesgo modificables:

• Hipertensión Arterial
• Diabetes no controlada
• Colesterol Alto
• Tabaquismo
• Obesidad
• Sedentarismo
• Estrés Crónico

Síntomas de un Derrame Cerebral

Reconocer los síntomas de un Derrame Cerebral a tiempo puede salvar vidas. Los síntomas más comunes incluyen:

• Debilidad o entumecimiento súbito en la cara, brazo o pierna, especialmente en un lado del cuerpo
• Confusión Súbita, dificultad para hablar o entender
• Problemas de visión súbitos en uno o ambos ojos
• Dificultad súbita para caminar, mareos, pérdida de equilibrio o coordinación
• Dolor de cabeza severo y súbito
• Dificultades para hablar, incapacidad para expresarse o comprender lo que se dice
• Asimetría facial (caída repentina de un lado de la cara)

Un método rápido para identificar un posible Ictus es utilizar el acrónimo FAST:

• Face (cara): ¿Hay asimetría facial al sonreír?
• Arm (brazo): ¿Puede levantar ambos brazos o uno cae?
• Speech (habla): ¿Es capaz de hablar claramente?
• Time (tiempo): si se observan estos síntomas, es tiempo de llamar a emergencias inmediatamente

Diagnóstico del Derrame Cerebral

Para confirmar el diagnóstico de un Derrame Cerebral, los médicos realizan varias pruebas y exámenes, entre ellos:

• Exploración física y neurológica: evaluación de los síntomas y función neurológica
• Tomografía Computarizada (TC): permite visualizar hemorragias o daños en el cerebro
• Resonancia Magnética (RM): proporciona imágenes detalladas del cerebro para identificar la causa del derrame cerebral
• Angiografía Cerebral: visualización de las arterias del cerebro para detectar bloqueos o anomalías
• Análisis de Sangre: para verificar los niveles de glucosa, coagulación y otros factores

Tratamiento del Derrame Cerebral

El tratamiento del Derrame Cerebral varía según el tipo y la causa –y se enfoca en restaurar el flujo sanguíneo al cerebro y minimizar el daño–, pero generalmente incluye:

• Control de la presión intracraneal: medicamentos o intervenciones quirúrgicas para reducir el daño cerebral
• Cirugía: puede ser necesaria para drenar la sangre acumulada o reparar el vaso sanguíneo roto, como la Trombectomía
• Rehabilitación: Terapias físicas, ocupacionales y del habla ayudan a los pacientes a recuperar habilidades perdidas
• Medicamentos preventivos: anticoagulantes, antiplaquetarios o medicamentos para controlar la presión arterial y prevenir la formación de nuevos coágulos

Posibles secuelas del Derrame Cerebral

Las secuelas de un Derrame Cerebral varían según la gravedad del daño cerebral y la rapidez del tratamiento recibido. Estas pueden incluir:

• Parálisis o debilidad en un lado del cuerpo
• Problemas de comunicación y lenguaje
• Dificultades cognitivas, como pérdida de memoria o dificultad para concentrarse
• Cambios emocionales, incluyendo depresión o ansiedad
• Pérdida de independencia en las actividades diarias

¿Se puede prevenir un Derrame Cerebral?

Aunque no se puede eliminar completamente el riesgo de un Derrame Cerebral, hasta el 80% de los casos se pueden prevenir con cambios en el estilo de vida y tratamiento médico adecuado. Las medidas preventivas incluyen:

• Control de la Hipertensión: mantener la presión arterial en niveles saludables
• Control de la Diabetes: mantener niveles adecuados de azúcar en sangre
• Dieta Saludable: consumir alimentos bajos en grasas saturadas y colesterol, y ricos en frutas y verduras
• Ejercicio Regular: realizar al menos 30 minutos de actividad física moderada la mayoría de los días de la semana
• No Fumar: abandonar el Tabaquismo para reducir el riesgo de derrame cerebral
• Limitación del Alcohol: beber con moderación
• Control del Colesterol: mantener niveles de colesterol bajo control mediante dieta y medicación si es necesario

El Derrame Cerebral es una emergencia médica que requiere atención inmediata para minimizar el daño cerebral y mejorar las posibilidades de recuperación. La clave para reducir su impacto radica en la prevención, reconociendo los factores de riesgo y adoptando un estilo de vida saludable, así como, buscar atención médica inmediata.