¿Por qué congelar los embriones?
La Congelación de embriones permite una segunda oportunidad de gestación sin necesidad de volver a pasar por la estimulación ni por la punción ovárica. Solo el 10% de embriones no supera el proceso
Los embriones se congelan para que el ciclo de la Fecundación In Vitro (FIV) sea eficaz. Durante el proceso, se estimula la ovulación para obtener un número de ovocitos suficiente para que haya embriones, ya que no todos los ovocitos llegan a ser fecundados y, si sólo hubiera 1-3 ovocitos, en muchas ocasiones no habría Transferencia Embrionaria, con la frustración que eso supone. Si hay embriones sobrantes, tras una transferencia, se congelan, para una segunda oportunidad o segundo hijo.
Una vez descongelados, los embriones se transfieren al útero. Tienen una posibilidad aceptable de gestación, casi igual que en fresco.
¿Cómo se congelan los embriones?
Los embriones se congelan mediante la vitrificación, una técnica de criopreservación, con congelación rápida, que no daña en absoluto a los embriones, los deja intactos; con alto contenido de crioprotectores.
La gran ventaja de congelar embriones es que puede haber una segunda oportunidad para conseguir la gestación, con una nueva transferencia, y sin necesidad de pasar por la Estimulación ni por la Punción Ovárica de nuevo.
Riesgos de la congelación de embriones
El único riesgo de la congelación de embriones se encuentra en la desvitrificación, momento en el que los embriones pueden no sobrevivir. Esto ocurre sólo al 10%.