¿Padeces Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC)?
El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) es considerado la máxima expresión de los Trastornos de la Ansiedad que afectan en la misma frecuencia tanto a hombres como a mujeres
La esencia de este trastorno son las obsesiones o intrusiones, es decir, pensamientos o imágenes repetitivos y circulares sobre uno mismo o una situación. Es entonces cuando la persona desarrolla una serie de estrategias que le permitan controlar o ignorar el impacto emocional negativo, generalmente sin éxito. Estas estrategias se denominan rituales, más conocidos popularmente como manías. Los rituales pueden ser mentales (contar, comprobar, racionalizar) o bien conductuales (lavarse las manos, tocar algo repetitivamente).
Cuando una persona está afectada por el Trastorno Obsesivo-Compulsivo se ve desbordada tanto por sus obsesiones como por sus manías. El TOC puede llegar a dominar la vida del individuo y la de los que conviven junto a él, impidiéndole trabajar, concentrarse o distraerse. Pese a que no existen causas determinantes para padecer un TOC, un amplio número de estudios han constatado la existencia de factores vulnerables como el perfeccionismo o la excesiva liberación de serotonina en el cerebro y otros órganos.
Otra parte esencial del trastorno es su elevada complejidad, ya que el grado de severidad no es el mismo en todos los pacientes ni tampoco los diferentes tipos de síntomas. Si bien, dos personas pueden presentar obsesiones sobre la limpieza, no necesariamente lo exteriorizan de la misma forma.
Síntomas y tratamiento del TOC
Los síntomas más comunes son, por ejemplo, sentir la necesidad de que las cosas ocupen un lugar exacto o el temor a que otros toquen los objetos o los desplacen; el pavor a estar sucio o pegajoso originando un comportamiento excesivo sobre la higiene personal o doméstica; el miedo a que por el hecho de pensar o decir algo negativo ese hecho vaya a producirse, el temor a perder el control y tener una conducta considerada como violenta o repugnante por el propio individuo, entre otros.
Las conductas hipocondriácas (obsesiones caracterizadas por el temor a haber contraído una enfermedad que generan comprobaciones del propio cuerpo y frecuentes visitas a los centros médicos), las dudas sobre haber realizado o no las cosas de forma adecuada (haber sido ofensivo, haber enviado el mail a la persona indicada, haber tomado decisiones acertadas o haber cerrado correctamente el gas o la puerta) y la necesidad de guardar objetos por si algún día fueran necesarios son otros de los síntomas más frecuentes.
El TOC es una enfermedad crónica que puede curarse si la persona que la padece aprende a controlarla. Múltiples estudios han evidenciado que la combinación entre el tratamiento farmacológico (a través de los inhibidores de la recaptación de serotonina) y la terapia psicológica de orientación cognitivo-conductual es la forma más eficaz de combatir el trastorno, reduciendo la sintomatología obsesiva hasta en un 60%.