Osteoartrosis: una enfermedad frecuente en los adultos mayores
La Osteoartrosis es más común en adultos mayores y su incidencia aumenta con la edad, a partir de los 45 años.
Características de la Osteoartrosis
La Osteoartrosis es una afección musculoesquelética de alta prevalencia, caracterizada principalmente por el desgaste o pérdida del cartílago en las Articulaciones, esta enfermedad implica una reducción gradual del grosor del cartílago en las articulaciones, un proceso que puede ser acelerado por múltiples factores de riesgo.
La Osteoartrosis puede afectar tanto a Articulaciones grandes como pequeñas y se manifiesta a menudo con dolor y rigidez, lo que compromete la funcionalidad de los pacientes.
Principales síntomas y manifestaciones
El dolor es uno de los primeros síntomas que los pacientes experimentan en relación con la Osteoartrosis, además, la rigidez matinal es otra característica común, especialmente en las horas de la mañana. Esta rigidez se presenta en las articulaciones afectadas y puede estar acompañada por una inflamación leve, estos síntomas limitan la capacidad de movimiento, florecen la funcionalidad de las articulaciones.
Factores de riesgo y causas
Aunque las causas exactas de la Osteoartrosis aún no se entienden por completo, se determinan diversos factores de riesgo que contribuyen a su desarrollo:
- La predisposición genética
- El estilo de vida
- El sobrepeso
- La obesidad
- El tabaquismo
- La exposición constante a traumatismos articulares
Todos los anteriores son factores que pueden acelerar el desgaste del cartílago.
Grupos de población afectados
La Osteoartrosis es más común en adultos mayores y su incidencia aumenta con la edad, a partir de los 45 años, el riesgo de desarrollar Osteoartrosis incrementa progresivamente, esta tendencia continúa en décadas posteriores, con una mayor frecuencia en las edades de 50, 60, 70 y 80 años.
Se reconoce que las articulaciones, en medida que se envejecen, sufren cambios degenerativos que contribuyen a la aparición de la enfermedad.
Las mujeres tienen una mayor predisposición a desarrollar Osteoartrosis en comparación con los hombres, aunque las razones precisas de esta diferencia no están completamente definidas, se cree que las influencias genéticas, hormonales y de estilo de vida pueden desempeñar un papel importante.
Las mujeres tienen una propensión dos veces mayor a ser afectada por la Osteoartrosis en comparación con los hombres.
Enfoques de diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico de la Osteoartrosis se establece mediante una evaluación por parte de un reumatólogo, además de los síntomas y el examen físico, los estudios de imágenes, como las radiografías, ayudan a determinar el alcance de la enfermedad.
El tratamiento puede ser no farmacológico, abordando el dolor y la funcionalidad a través de terapia física y ocupacional. Los tratamientos farmacológicos incluyen el Manejo del Dolor y, en algunos casos, infiltraciones directas en la articulación.
Reconocer los síntomas tempranos, buscar diagnóstico y tratamiento especializado son los pasos clave para abordar la Osteoartrosis siempre con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados por esta afección.