Ondas de Choque: para qué sirven
Durante el tratamiento, siempre es preciso coordinar el punto o los puntos de dolor con el paciente para poder aplicarlo
Las Ondas de Choque, son ondas que van más rápido que la velocidad del sonido, llegan profundamente a los tejidos, ayudan a bajar la inflamación el dolor, aumentan la producción de colágeno y disminuyen sobre todo el dolor en patologías crónicas tales como Epicondilitis, Bursitis, Fascitis Plantar, Espolón Calcáneo, Dolor Lumbar, Espasmos Cervicales, Tendinitis del Aquiles, Tendinitis del Manguito Rotador y en general Dolores Articulares de Hombro, Cadera y Rodillas.
Se utiliza mucho en Dolores Crónicos y cuando la Fisioterapia tradicional no ha dado resultado y así mismo disminuir una inflamación crónica y posiblemente evitar una cirugía.
Preparación para el procedimiento
Las Ondas de Choque se aplican al tejido en toda la zona dolorosa con lentos movimientos giratorios con el aplicador de estas ondas.
Durante el tratamiento, siempre es preciso coordinar el punto o los puntos de dolor con el paciente para poder aplicarlo. Cabe mencionar, que para este procedimiento el paciente debe asistir con ropa cómoda y dejar descubierta la zona a tratar.
El efecto de las Ondas de Choque, depende del tiempo que el paciente lleve con su lesión, sin embargo, la gran mayoría de pacientes comienzan a mostrar mejorías desde la segunda o tercera sesión de las Ondas de Choque.
¿Qué pacientes requieren Ondas de Choque?
Deportistas de alto rendimiento, deportistas ocasionales, amas de casa, personas de oficinas. Incluso personas que tengan algún tipo de dolor y deseen mejorar más rápido.
Este procedimiento sirve para mejorar cicatrices y la Fibrosis que se hubiese ocasionado por un posoperatorio.
También, puede ser utilizado para combatir la Celulitis y las Estrías.
Recuerda que después de someterse a este procedimiento, es importante realizar estiramientos indicados por su Fisioterapeuta de cabecera.