Odontofobia: un miedo que empieza en la infancia
El Pánico incontrolable al dentista es un trauma adquirido en la infancia, el recuerdo que se tiene de los dentistas de pequeños condiciona y preocupa hasta llegar a desenvolver miedos desmesurados
El miedo al dentista es común en la gran mayoría de la sociedad. Cuando se enfrenta a un problema dental, lo primero que nos viene a la mente es el dolor. Esta percepción puede llegar a resultar enfermiza y provocar fobias al dentista, conocidas con el nombre de Odontofobia. Las personas que las sufren padecen consecuencias como Insomnio, lloran en la consulta o, incluso, pueden enfermar.
El Pánico incontrolable al dentista es un trauma adquirido en la infancia. El recuerdo que se tiene de los dentistas de pequeños condiciona y preocupa hasta llegar a desenvolver miedos desmesurados. Por este motivo, la relación de los odontólogos con los niños es tan o más considerable que la habilidad en el procedimiento de la profesión. De hecho, la odontología pediátrica es una especialización que tiene una duración de dos años. De ahí la importancia que tiene la infancia en la actitud de los adultos cuando asisten a la consulta del dentista.
Para poder acabar con la Fobia al dentista, es básico que los odontólogos hagan agradable y divertida la estancia de los niños en consulta y que les den incentivos o regalos que estimulen el buen comportamiento. Además, se aconseja evitar expresiones como “no te hará daño” o “solo será un pinchazo” porque les puede asustar. El dentista lo que pretende siempre es establecer la confianza que necesita al paciente y concienciarle que una boca bonita es una boca sana.