Nueva definición de la Obesidad: ¿Por qué el IMC ya no es suficiente?

Nueva definición de la Obesidad: ¿Por qué el IMC ya no es suficiente?

Top Doctors
Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: Jocelyn Gómez el 20/01/2025

La manera tradicional de diagnosticar la Obesidad se basa principalmente en el Índice de Masa Corporal. Sin embargo, un grupo de 58 investigadores ha propuesto una redefinición que pone el foco en la salud y los efectos del exceso de grasa corporal (adiposidad) sobre el organismo, dejando atrás el uso exclusivo del IMC.


Esta nueva perspectiva, publicada en The Lancet Diabetes & Endocrinology, busca abordar de manera más precisa la complejidad de esta Enfermedad Crónica.


Una herramienta incompleta

El Índice de Masa Corporal ha sido el método más utilizado para diagnosticar la Obesidad debido a su simplicidad. Este indicador calcula la relación entre el peso y la altura de una persona. Sin embargo, tiene serias limitaciones, ya que no diferencia entre masa muscular y grasa corporal.


Por ejemplo, un atleta con alta masa muscular podría ser diagnosticado como obeso, mientras que una persona con un IMC “normal” podría tener altos niveles de grasa que aumenten su riesgo de Enfermedades Cardiovasculares o Metabólicas.


El IMC también ignora factores importantes como la distribución de la grasa, la edad, el sexo y la etnia, todos los cuales influyen en el impacto del exceso de grasa sobre la salud.


Una nueva propuesta

La nueva definición distingue dos categorías principales:

  • Obesidad preclínica: se caracteriza por un exceso de grasa corporal, pero con un funcionamiento normal de los órganos. Las personas en esta categoría tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud y podrían beneficiarse de medidas preventivas, como cambios en el estilo de vida
  • Obesidad clínica: ocurre cuando la grasa excesiva daña órganos, tejidos o limita actividades diarias como caminar o vestirse. En estos casos, se requieren tratamientos específicos para mejorar la salud y prevenir complicaciones


Esta clasificación no sólo permite diagnósticos más precisos, sino que también podría optimizar el uso de tratamientos como los nuevos medicamentos para Pérdida de Peso, incluyendo aquellos cuyo compuesto activo es la semaglutida.


Métodos complementarios al IMC

Para diagnosticar la Obesidad de manera más precisa, los investigadores proponen combinar el IMC con otros métodos como:

  • Medición de la circunferencia de la cintura: un indicador de adiposidad visceral, que está asociada a un mayor riesgo de Enfermedades Cardiovasculares
  • Relación cintura-cadera o cintura-altura: métodos alternativos que evalúan la distribución de la grasa corporal
  • Exploraciones corporales con rayos X de baja dosis (DEXA): una técnica que mide directamente la masa grasa. Aunque precisa, puede ser costosa y poco práctica para el uso rutinario


Además, el diagnóstico debe incluir pruebas de laboratorio, el historial médico y una evaluación de las actividades diarias para entender cómo la grasa corporal afecta la salud general de la persona.


Un problema global

La Obesidad afecta a más de 1,000 millones de personas en todo el mundo y está vinculada a 5 millones de muertes anuales por enfermedades relacionadas, como Diabetes Tipo 2 y problemas cardiovasculares. Sin embargo, la percepción errónea de que la Obesidad es solo una cuestión de “comer menos y moverse más” ha perpetuado estigmas que dificultan el acceso al tratamiento.


Un estudio realizado en los Países Bajos reveló que la mayoría de las personas con esta enfermedad han experimentado estigma dentro del sistema de salud, lo que subraya la necesidad de una mejor educación y comunicación sobre la complejidad de esta condición.


Personalización del tratamiento

Los investigadores también destacan la importancia de evaluar la Obesidad considerando factores como la edad, el género y la etnia, ya que ciertos grupos poblacionales podrían enfrentar riesgos para la salud con un IMC más bajo que otros. Esto permitiría un tratamiento más personalizado y eficaz.


El reto del estigma y la educación

A pesar de los avances, muchos profesionales de la salud todavía ven la Obesidad como un problema de fuerza de voluntad en lugar de una enfermedad compleja influida por factores hormonales, genéticos y metabólicos. Este enfoque limitado perpetúa barreras para el acceso al tratamiento adecuado y la prevención.


La redefinición propuesta por los investigadores podría cambiar estas percepciones y fomentar un enfoque más comprensivo y basado en evidencia.


Impacto en la salud pública

Este enfoque también podría tener implicaciones significativas en las políticas de salud pública. Al priorizar la prevención y el diagnóstico temprano de la Obesidad preclínica, los sistemas de salud podrían reducir la carga económica y sanitaria asociada con complicaciones graves.


Además, al integrar métodos más precisos y personalizados, se espera mejorar la equidad en la atención médica, asegurando que cada persona reciba el tratamiento adecuado según sus necesidades específicas.


La nueva definición de Obesidad cambiará la atención médica

La nueva definición de la Obesidad representa un cambio significativo hacia un enfoque centrado en la salud y no sólo en el peso corporal.


Al combinar métodos más precisos de diagnóstico con una comprensión más profunda de los factores que contribuyen a esta condición médica, se espera mejorar los resultados clínicos, reducir el estigma y optimizar el tratamiento. 

Nutrición y Dietética