Mommy Makeover: Recuperando la Juventud Femenina
En la industria de la cirugía plástica, dicho término se utiliza para devolverle la juventud y belleza al cuerpo de una mujer que ha experimentado cambios por la maternidad.
Abdominoplastia: Un Paso Hacia la Juventud
Uno de los procedimientos principales en el Mommy Makeover es la abdominoplastia. Esta cirugía se realiza en mujeres que desean recuperar un cuerpo juvenil sin exceso de tejido graso en el área abdominal.
En algunos casos, las pacientes son mujeres jóvenes y delgadas que simplemente desean mejorar el contorno de su cintura a través de una lipoescultura o marcación.
En otros casos, las mujeres pueden tener acumulación de grasa en la región de la cintura y la espalda, lo que requiere una abdominoplastia para corregir el exceso de grasa y, a veces, se realiza una lipoinyección para aumentar el volumen en áreas específicas, generalmente en la parte superior del cuerpo para lograr un aspecto curvilíneo.
Mastopexia: Levantando la Belleza Femenina
Otro procedimiento común en el Mommy Makeover es la mastopexia, que se realiza en los senos después de haber cumplido su función de lactancia. Después de amamantar a los hijos, los senos tienden a perder volumen, caerse y perder su firmeza. La mastopexia busca levantar los senos, restaurar el volumen perdido y eliminar el exceso de piel, logrando así una apariencia rejuvenecida y más atractiva.
Cuidados Postquirúrgicos: Esenciales para una Recuperación Exitosa
Al igual que con cualquier cirugía plástica, los cuidados postquirúrgicos son fundamentales para una recuperación exitosa en un Mommy Makeover. Después de la cirugía, los pacientes salen del quirófano con una faja corporal y medias de compresión para reducir la hinchazón y favorecer una cicatrización adecuada.
En la mayoría de los casos, los pacientes necesitan hospitalización durante al menos un día para garantizar su seguridad y administrar los medicamentos adecuados. Durante este período de recuperación, se recomienda una posición semi-acostada con las piernas flexionadas para mayor comodidad.
Además, es importante seguir una dieta liviana para evitar náuseas y problemas digestivos, ya que la digestión puede estar más lenta después de la cirugía. Asimismo, es recomendable comenzar a caminar lo más pronto posible, siempre acompañada, para promover la circulación y acelerar la recuperación.
Los medicamentos analgésicos y antiinflamatorios se administrarán según lo indicado por el médico, y en algunos casos, se puede utilizar medicación subcutánea para reducir el riesgo de trombosis.