Microplásticos en el cerebro humano: ¿Un nuevo factor de riesgo para las Enfermedades Neurodegenerativas?
Un estudio reciente publicado en Nature Medicine ha revelado un hallazgo alarmante: los microplásticos y los nanoplásticos (partículas aún más pequeñas) se acumulan en niveles más altos en el cerebro humano que en otros órganos como el hígado y los riñones. Este descubrimiento plantea serias preguntas sobre los posibles efectos en la salud humana, especialmente en relación con Enfermedades Neurodegenerativas como el Alzheimer.
La invasión invisible que llega hasta nuestro cerebro
Los microplásticos son fragmentos diminutos que provienen de la degradación de productos plásticos más grandes, como botellas, bolsas y envases de espuma de poliestireno.
Los nanoplásticos, por su parte, son partículas aún más pequeñas, con un tamaño que oscila entre 1 y 1000 nanómetros. Estas partículas no sólo contaminan el medio ambiente, sino que también ingresan a nuestro cuerpo a través del aire, el agua y los alimentos.
Un estudio de 2024 demostró que los microplásticos pueden atravesar la barrera hematoencefálica, una estructura que protege el cerebro de sustancias nocivas en el torrente sanguíneo.
Anteriormente, se creía que únicamente los nanoplásticos más pequeños podían cruzar esta barrera, pero ahora se sabe que partículas más grandes también lo logran. Esto explica por qué los niveles de microplásticos en el cerebro son significativamente más altos que en otros órganos.
El estudio: hallazgos preocupantes
El estudio analizó 52 muestras de tejido cerebral humano, tomadas del córtex frontal (responsable de funciones como la toma de decisiones y el movimiento muscular), así como muestras de hígado y riñón. Los resultados mostraron que las concentraciones de microplásticos y nanoplásticos en el cerebro aumentaron en un 50 % entre 2016 y 2024.
Además, se encontró que los cerebros de personas diagnosticadas con Demencia tenían niveles de estas partículas entre tres y cinco veces más altos que los de personas sin la enfermedad.
Aunque el estudio no establece una relación causal directa entre los microplásticos y la Demencia, los investigadores sugieren que la presencia de estas partículas podría estar relacionada con un deterioro en la función de la barrera hematoencefálica, común en pacientes con Enfermedades Neurodegenerativas.
Los microplásticos y sus posibles efectos tóxicos
Aunque aún no se comprenden completamente los efectos de los microplásticos en el cerebro, los científicos están preocupados por su potencial toxicidad. Estudios previos han demostrado que estas partículas pueden causar inflamación y Estrés Oxidativo en las células, lo que podría contribuir al desarrollo de Enfermedades Crónicas.
Además, se ha observado que los microplásticos en las arterias son un factor de riesgo para Enfermedades Cardiovasculares, y que las células cancerosas en el estómago pueden propagarse más rápido después de entrar en contacto con estas partículas.
Emma Kasteel, Neurotoxicóloga de la Universidad de Utrecht en los Países Bajos, señala que la presencia de microplásticos en el cerebro es preocupante: "No sabemos mucho sobre los efectos en la salud, pero el hecho de que estén ahí y no deberían estar es alarmante".
Del aire al cerebro
Los microplásticos inhalados a través de la nariz pueden llegar directamente al bulbo olfatorio, la parte del cerebro que procesa los olores. Esto proporciona una vía más directa para que estas partículas alcancen el cerebro en comparación con otros órganos.
Además, el cerebro tiene un metabolismo más lento que otros tejidos, lo que podría facilitar la acumulación de microplásticos.
Medidas preventivas para reducir la exposición a los microplásticos
Aunque es imposible evitar por completo la exposición a los microplásticos, existen medidas que pueden ayudar a reducirla:
- Minimizar el uso de plásticos de un solo uso: optar por alternativas reutilizables como botellas de vidrio o metal
- Ventilar y limpiar el hogar: mantener una buena ventilación y aspirar regularmente para eliminar el polvo y los residuos plásticos
- Evitar productos cosméticos con microplásticos: algunos exfoliantes y pastas dentales contienen microperlas de plástico
- Filtrar el agua: utilizar filtros de agua que puedan retener partículas de microplásticos
Soluciones a largo plazo: innovación científica
Los científicos están explorando diversas soluciones para reducir la presencia de microplásticos en el medio ambiente. Por ejemplo, se han descubierto gusanos que pueden descomponer el poliestireno, así como hongos y microbios capaces de degradar plásticos. También, se están desarrollando nuevos tipos de filtros para eliminar microplásticos del agua potable.
Emma Kasteel destaca la importancia de aplicar el principio de precaución: "Incluso si dejáramos de producir plástico hoy, el mundo seguiría lleno de microplásticos. Por eso es importante pensar en medidas de mitigación y minimizar la exposición para prevenir posibles riesgos para la salud".
Un llamado urgente a reducir la contaminación plástica
La presencia de microplásticos en el cerebro humano es un recordatorio más de la urgente necesidad de abordar la contaminación plástica. Aunque aún no se conocen todos los efectos en la salud, la evidencia sugiere que estamos ante un problema que podría tener consecuencias graves a largo plazo, como las Enfermedades Neurodegenerativas.
Es fundamental seguir investigando, pero también tomar medidas individuales y colectivas para reducir nuestra dependencia del plástico y proteger tanto el medio ambiente como nuestra salud.