Más allá de la apariencia: Cómo la percepción de ti mismo influye en tus vínculos

Más allá de la apariencia: Cómo la percepción de ti mismo influye en tus vínculos

Editado por: Luis Ángel Cortina Sánchez el 02/09/2024

Nuestro cerebro cumple dos funciones fundamentales: la búsqueda del placer y la protección. Por un lado, se orienta hacia experiencias que generen bienestar, evitando el malestar y el sufrimiento. Por otro lado, su función principal es mantenernos a salvo, protegiendo nuestra vida.


¿De qué forma esa manera como yo me siento o como yo me veo afecta mis relaciones?

 

El papel de los Límites en las Relaciones

Cuando el cerebro percibe una situación como peligrosa o abrumadora, puede impedirnos tomar ciertas acciones, como establecer límites en nuestras relaciones. Estos límites, expresados mediante la capacidad de decir "no" (es decir, "esto no lo quiero", "esto no me gusta", "esto no me apetece"), son esenciales en las relaciones de pareja, amistad, familiares y laborales.


Sin embargo, si el cerebro percibe el establecimiento de límites como una amenaza, puede generar resistencia a decir "no". Esta resistencia surge del miedo a que la otra persona se enoje, a enfrentar un conflicto o a experimentar una pérdida, lo que el cerebro asocia con posibles discusiones, conflictos o incluso el abandono. En consecuencia, evitamos establecer límites para protegernos de estas situaciones percibidas como riesgosas.


Existen personas que dañan su relación transpersonal por nunca haber aprendido a colocar límites a sí mismas debido a su baja Autoestima, y esto, en consecuencia, no les permite colocar límites a quienes les rodean.


Impacto de la Autoestima en las relaciones

Cuando tienes una Autoestima bien forjada, te das cuenta de que una persona que te quiere deseará también tu bienestar y no te querrá dejar de hablar por establecer límites. En una relación de pareja, es esencial estar con alguien que abrace y apoye nuestros límites en lugar de intentar cambiarnos, abandonarnos o juzgarnos por ellos.


Una buena Autoestima demuestra que somos capaces de colocar en primer lugar nuestra salud mental. Poner límites es un hábito que hasta se inicia muchas veces con la voz temblando y hasta por escrito si hace falta, pero poco a poco lo vamos logrando.


Por otro lado, la baja Autoestima afecta nuestras relaciones haciéndonos incapaces de establecer límites, permitiendo que nos sobrecarguen. Nos exigen más de lo que podemos dar, y lo permitimos para no decepcionar, lo que puede llevar a apegos malsanos y dependencia emocional, que es la incapacidad de cortar las relaciones, aunque sea tóxica, es esa incapacidad de decir adiós, aunque sé que es hora de irme. Y que, finalmente nos cuesta darnos cuenta que no necesitamos de esa persona o de esa relación para estar bien.


Es común escuchar a mis consultantes decir: “Me siento culpable de que la relación se terminó, yo fui quien tuvo la culpa de todo”. ¿Te identificas con escenas similares?


Codependencia y miedo a la Soledad

La baja Autoestima puede crear Codependencia, donde la otra persona nos hace sentir que sin nosotros no levantará cabeza. En relaciones con personas adictas, es común oír expresiones como: "Eres la única razón por la que puedo seguir adelante". La respuesta adecuada debería ser: "Te aprecio, pero tu recuperación es tu responsabilidad".


Sin embargo, a menudo nos quedamos en la relación por un sentimiento de culpa ante la idea de dejarlos solos. Es importante comprender que no somos responsables de las decisiones que han llevado a la otra persona a su adicción. Esto es igualmente aplicable en situaciones donde alguien amenaza con quitarse la vida si es abandonado, tratando de transferir la responsabilidad de su bienestar emocional a otra persona.


El miedo a la soledad nos convierte en dependientes emocionales y celosos. Existe una distinción significativa entre soledad y soltería. Culturalmente, el temor no radica en la soledad en sí, sino en la soltería, ya que, la soltería se asocia con el fracaso. Reflexiona si tu malestar proviene de tus propias emociones o del entorno social.


Idealización y evitación

La baja Autoestima nos lleva a idealizar a otros, atribuyéndoles características que percibimos como superiores, debido a la carencia de estas cualidades en nosotros mismos, lo que puede desdibujar nuestra propia identidad, olvidando nuestras fortalezas y cualidades. Con el tiempo, esta dinámica puede erosionar nuestra autoestima, llevándonos a situaciones de auto desvalorización dentro de la relación.


Además, la Ansiedad por el rechazo puede llevarnos a evitar la intimidad emocional y a mantener una distancia afectiva, interfiriendo con el desarrollo de relaciones de pareja y comunicación efectiva.


La incapacidad para expresar abiertamente sus emociones se debe al temor a la vulnerabilidad, lo cual limita su capacidad para establecer vínculos saludables y satisfactorios.


Mientras algunas personas con baja Autoestima tienden a aferrarse a otros como una forma de protección, otras pueden mostrarse más distantes o evitar el apego, motivadas por el temor a la dependencia y al potencial daño, la anticipación de rechazo que existe en sus pensamientos, o una fobia a la invasión emocional, conllevando esto a rupturas emocionales tal como divorcios tempranos u otras relaciones significativas en quienes padecen dicha situación.


Relaciones tóxicas

La baja Autoestima puede hacer que quedemos atrapados en relaciones tóxicas con personas manipuladoras o narcisistas. Una persona con trastorno de personalidad narcisista no va a ser consciente de que tiene el trastorno, es posible que lo identifique si tiene rasgos, pero no si tiene el trastorno, porque el propio trastorno conlleva que él no pueda identificarlo en sí mismo. Sin embargo, es muy común ser presa fácil y sin darnos cuenta de personas altamente manipuladoras que se aprovechan de la generosidad de quienes anhelan agónicamente ser vistos o ser amados.


El fortalecimiento de la Autoestima implica una reconciliación profunda con uno mismo, aceptando y valorando quién eres, reconectarte con tus raíces y optimizar el amor propio. Lo que puede incluir el perdón hacia ti y hacia quienes sea necesario.


A nivel cognitivo, es esencial examinar y modificar el diálogo interno, prestando atención a cómo te comunicas contigo mismo, cómo te relacionas, te tratas y te hablas, este trabajo cognitivo abarca las percepciones, creencias y opiniones que tienes sobre ti y es fundamental para desarrollar una autoestima saludable y sostenible.


Opciones de Tratamiento

Para mejorar tu Autoestima, puedes considerar:

  • Terapia individual, donde te vas reconciliando contigo mismo
  • Grupos de Autoestima, donde tienes en cuenta la mirada de los demás
  • Congresos y seminarios de concientización
  • Videos educativos de personas que sumen, nutran y sean agentes de cambio
  • Biblioterapia
  • Técnicas de Meditación, como el Mindfulness
  • Relación continua con Dios


Si tienes problemas de autoestima, no dudes en buscar ayuda con un especialista para acompañarte en este camino.

Psicología en Valledupar