Los Trastornos de Conducta del adolescente
La alteración en el comportamiento del adolescente y la aparición de algunas conductas disociales son los problemas más frecuentes en la adolescencia
Cuando hablamos de conductas disociales, hacemos referencia a participación en peleas y discusiones, actitud desafiante ante la autoridad, incumplimiento de normas, agresividad, acoso escolar y robo. Si estas conductas se presentan frecuentemente o generan problemas en alguno de los entornos habituales del adolescente (social, familiar y/o académico), podríamos estar hablando de un Trastorno de Conducta, aunque esto tan sólo sucede entre un 2% y un 4% de los casos.
En la mayoría de los casos, estas conductas son la manifestación de otro trastorno más frecuente en la adolescencia: Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), Trastorno del Humor o Trastorno por Consumo de Sustancias, acompañado por determinadas características psicológicas (Baja Autoestima, sentimientos de inseguridad y hostilidad al entorno).
La Depresión en el adolescente, se presenta muy frecuentemente con una irritabilidad continúa, incluso con agresividad reactiva ante límites, y con una conducta en muchos casos negativa, que pudiera parecer desafiante.
El TDAH presenta frecuentemente problemas de conducta asociados y un deterioro significativo en su entorno académico, aproximadamente el 60% de los casos no tratados, presentan un Trastorno de Conducta. Por otra parte, el 80% de los Trastornos por Consumo de Sustancias se asocia con un Trastorno de Conducta y dicho consumo se asocia con síntomas de Ansiedad, Depresión y hasta entre un 20-30% de los casos con TDAH.
El diagnóstico del problema y/o del trastorno subyacente a un problema de conducta es la clave del éxito para curarlo. El tratamiento farmacológico puede tratar el cuadro clínico actual y prevenir futuras complicaciones de forma muy satisfactoria, por ejemplo, en el caso del TDAH alcanza tasas de respuesta de aproximadamente el 80%. En otros casos la combinación con terapia psicológica u otras intervenciones psicopedagógicas puede mejorar la respuesta.