Los trasplantes: usos, cronología, complicaciones y avances
Un trasplante consiste en el cambio de un órgano que no funciona de forma adecuada por otro que sí lo hace
Para ello, hace falta obtener los órganos, ya sea a partir de una persona fallecida como, en algunos casos, de algún donante vivo que dona de forma altruista.
Los órganos que se pueden trasplantar son el corazón y pulmones por lo que respecta al tórax, y el hígado, páncreas, intestino delgado y riñón por lo que hace al abdomen.
Todos ellos ofrecen actualmente excelentes resultados y una gran mejoría en la calidad de vida de los pacientes.
Aun así, uno de los trasplantes con mayor impacto es el hígado, ya que no existe una terapia alternativa cuando hay una insuficiencia hepática terminal o un cáncer de hígado.
Existen complicaciones que pueden afectar el éxito de un trasplante. La más temida de entre ellas es que el órgano trasplantado no funcione adecuadamente por culpa del daño producido durante el período de preservación. Otras complicaciones pueden verse a la técnica quirúrgica o al rechazo de los injertos. Para evitar lo segundo, los receptores deben tomar medicación inmunosupresora de forma permanente, y ésta también puede presentar efectos adversos.
Cronología de un trasplante
- Evaluación del potencial donante. ¿Cumple los criterios establecidos para la donación? ¿Es idóneo? ¿Existen contraindicaciones?
- Se busca el receptor más adecuado para cada órgano. Los coordinadores de trasplante contactan con los distintos equipos de trasplante
- Se extrae los órganos y se empieza a preparar a los receptores en el hospital correspondiente
- Los equipos extractores se desplazan para realizar la extracción. Este proceso ha de ser muy coordinado, ya que involucra distintos equipos. En el caso de que el órgano no se acepte, se avisa al equipo encargado del receptor para detener el trasplante. Si se acepta, se acaba de preparar al receptor y se activa el equipo quirúrgico del trasplante
- Tras la cirugía, el receptor va a la UCI durante unas horas o días (en función de su estado) y posteriormente en una habitación convencional. Los primeros días se monitoriza la función de los órganos trasplantados y se inicia los protocolos de inmunosupresión para evitar el rechazo. También se lucha contra la infección y se trata de evitar posibles trombosis vasculares.
- El estado previo al trasplante del paciente determina en gran medida la rapidez de su recuperación. Tras el alta, se deberá realizar un control sistemático del receptor e ir modificando su medicación.
Avances en los trasplantes
El trasplante es una técnica que se lleva desarrollando desde hace 50 años y, aunque en la actualidad se producen menos hitos destacables porque ya es una solución muy segura y efectiva, está en constante evolución. Por ejemplo, en el caso del trasplante hepático, los nuevos antivirales frente al virus de la Hepatitis C permiten una muy importante mejora en pacientes infectados después del trasplante.
El problema del trasplante sigue siendo la falta de donantes respecto a la gran necesidad existente. Con el envejecimiento de la población, los donantes tienen cada año que pasa una edad más avanzada y, además, es necesario utilizar donantes que pueden haber fallecido por problemas cardiocirculatorios, lo que significa que sus órganos pueden estar entener una peor calidad.
Aun así, se está trabajando en técnicas de mejora de calidad de los órganos mediante una mejor preservación. Otra línea de trabajo prometedora en los trasplantes es el de la inducción de tolerancia y el estudio de biomarcadores para disminuir o evitar el tratamiento inmunopresor y su toxicidad asociada.
En el campo de los implantes, España es un ejemplo y líder mundial. Esto se debe, en gran parte, al establecimiento de una organización nacional de trasplantes, con un equipo de profesionales que estructuran el proceso de donación y a la gran respuesta de la población. Por otra parte, los equipos médicos y quirúrgicos dedicados al proceso también realizan un trabajo de mucha calidad.