Los casos de Melanoma aumentan en un 50% en diez años
La Melanoma afecta cada año a entre 7 y 12 de cada 100.000 personas
El Melanoma, el Cáncer de Piel más agresivo y mortal, no para de extenderse entre la población española, que tradicionalmente ha sido menos propensa en comparación a los ciudadanos del norte de Europa, a sufrir las consecuencias del exceso de exposición al sol.
Este tumor cutáneo, que hace medio siglo era considerado en España una patología vinculada a los que trabajaban en el mar o en el campo, se diagnostica ahora en jóvenes de entre 16 y 18 años.
Se trata del cáncer más frecuente en mujeres de 25 a 29 años, seguido del de mama, y el más habitual en hombres de 30 a 35 años, precediendo a los de pulmón y colon. Detectado cuando acumula más de cuatro milímetros de grosor o cuando sangra, el melanoma resulta mortal para más del 70% de los afectados, asegura Puig.
Melanoma, las señales de alerta
Al margen de la conveniencia de no quedarse de forma prolongada bajo el sol, estáticamente y en bañador en las horas centrales del día, entre las 13 y las 17 horas, en especial si se tratan de un niño, los dermatólogos aconsejan estar en alerta delante de cambios que experimenten en la piel. Entre las señas que tendrían que ser motivo de consulta médica, indican: las manchas y pecas nuevas, de bordes irregulares, que cambian de color o que aumentan de tamaño; las que se convierten en rugosas, hinchadas o brillantes; las que surgen con aspecto de lenteja pequeña y muy oscura, y crecen rápidamente; y las que sangran o pican.
Muchos Melanomas que se sufren en edad adulta son consecuencia de las quemadas solares producidas durante la infancia o a lo largo de la adolescencia. Los niños menores de 7 años, indica, no tendrían que estar bajo el sol ni si quiera con crema protectora y con ropa. El sol refleja en sus cuerpos con una intensidad superior a la que reciben los adultos, hecho que conduce a quemaduras rápidas y altamente peligrosas, insiste.