Liberación Miofascial, una técnica resolutiva en Fisioterapia
La Liberación Miofascial es una técnica que permite, mediante presiones de menor a mayor profundidad, provocar cambios en la Fascia, un tejido conectivo que envuelve y protege los músculos
¿Qué es el Sistema Fascial?
El Sistema Fascial del cuerpo forma una red ininterrumpida de tejido conjuntivo-conectivo que controla, de diferentes modos, todos los componentes de nuestro cuerpo. No se puede mantener un cuerpo saludable sin un sistema fascial saludable.
Si existen restricciones de movilidad este tejido crea “incomodidades” que interfieren en el desarrollo funcional apropiado de todos los sistemas del cuerpo. El sistema fascial puede estar excesivamente tenso o puede estar demasiado distendido. En ambos casos la función corporal queda afectada.
Este comportamiento se puede comparar con tres maneras de atar una hamaca: demasiado tensa, muy floja o bien equilibrada entre dos árboles; únicamente en la última el cuerpo se encuentra cómodo. El sistema fascial unifica músculos, articulaciones, huesos y cavidades torácica, abdominal y pélvica. También brinda soporte a las vísceras y protege al sistema nervioso, vascular y linfático.
¿Qué es la Liberación Miofascial?
La inducción miofascial es un conjunto de técnicas manuales que inciden en la estructura del tejido conectivo o Fascia. Es un proceso simultáneo de evaluación y tratamiento, en el que, a través de movimientos y presiones sostenidas tridimensionales, aplicadas en todo el sistema fascial, se busca la liberación de las restricciones miofasciales, con el fin de recuperar el equilibrio funcional del cuerpo.
En qué consiste la técnica de Liberación Miofascial
La clave, según los expertos en Fisioterapia, es reorganizar de forma manual los entrecruzamientos patológicos de colágeno. Se ha comprobado que la manipulación desde la piel puede producir cambios en las propiedades del tejido estimulado. La Tensegridad es un concepto importante para entender esta técnica, donde cualquier estructura tiene un equilibrio e integridad de su tensión, dándole estabilidad.
Con las técnicas de Liberación Miofascial buscamos este equilibrio ejerciendo presiones y deslizamientos de menor a mayor profundidad, provocando cambios en el tejido conectivo, por el principio de Piezoelectricidad donde, al aplicar una fuerza mecánica (manipulación fascial) sobre un tejido, éste puede deformarse y cambiar sus propiedades al generarse un potencial eléctrico.
Basándonos en estos principios aplicamos técnicas de presión y deslizamiento superficiales y profundas. Dentro de las técnicas miofasciales superficiales tenemos los deslizamientos en “J”, que son deslizamientos longitudinales y deslizamientos transversos; y dentro de las técnicas miofasciales profundas tenemos las manos cruzadas, los planos transversos, las técnicas telescópicas y el balanceo de la duramadre.