Las Várices Uterinas o Síndrome de Congestión Pélvica
Las Várices Uterinas, conocidas popularmente como “Várices en la Matriz” son un conjunto de síntomas que causan dolor crónico en la zona abdominal baja, que empeora la ovulación y en el período premenstrual en mujeres en época fértil que hayan tenido uno o más embarazos
Este síndrome se debe a la aparición de Várices en los órganos genitales internos femeninos, como los ovarios y el útero, por culpa de la incapacidad de las venas de estas zonas para recuperar su calibre y longitud después de un embarazo.
Síntomas
En un principio, las Várices Uterinas ocasionan molestias, como menstruaciones dolorosas, abundantes y con alteraciones en su periodicidad. Más tarde, estas molestias progresan en Hemorroides, Várices Vulvares, varices de desarrollo atípico en las piernas, dolor lumbar no relacionado con problemas osteoarticulares de columna, pesadez Crónica Perineal y Dolor Postcoital.
Complicaciones
El síndrome de congestión pélvica puede ocasionar problemas de fertilidad, es decir, dificultades para nuevos embarazos. Por otra parte, también puede ser la causa del desarrollo de Insuficiencia Venosa en miembros inferiores con Várices de origen perineal que ocasionarán dolor, hinchazón, pesadez y todos los demás trastornos de una Insuficiencia Venosa Superficial.
Esto ocurre porque existe una conexión directa entre los plexos venosos uterinos y la red superficial de las piernas. Es por esto que en muchas ocasiones se desarrollan varices, sobre todo en la cara interna o posterior de los muslos o en la pantorrilla.
Diagnóstico
Inicialmente puede realizarse una Ecografía Abdominal que busque en esta zona las dilataciones varicosas, pero para poder hacer un diagnóstico de certeza debe hacerse una Angio Resonancia Magnétia Nuclear, ya que en ésta se apreciará con exactitud el número, tamaño y distribución de las varices uterinas y ováricas.
Cómo se trataban antes
En un principio e incluso hoy en día, existe un alto porcentaje que no si diagnostican ni se tratan, lo que condena a la mujer a padecer un problema que es totalmente curable. Cuando se diagnosticaba, se trataban las varices uterinas con antiinflamatorios y venotónicos que alivian las molestias, pero no resuelven el problema.
En los casos más graves, se recurría a una resección total del útero y ovarios por cirugía abdominal clásica. Más tarde se introdujo la vía Laparoscópica, lo que permitía ligar el nacimiento de la insuficiencia a nivel de la vena ovárica izquierda, con lo que se conseguían mejorías parciales.
¿Cómo se tratan hoy en día?
Hace ya más de doce años, se introdujo la técnica de cateterismo por vía venosa, lo que se realiza en una sala de Radiología (no en un quirófano), con una pequeña infiltración de anestesia local a nivel de la ingle, lo que bloquea desde dentro todas las venas, varices de matriz y ovarios en ambos lados. Con esta técnica, se elimina el flujo que soportan y se cesa la gran presión a la que están sometidas, por lo que desaparecen los síntomas y el desarrollo de nuevas Varices.
Resultados
El tratamiento de las Varices Uterinas por cateterismo venoso ambulatorio mejora los síntomas en un 92% de los casos de forma resolutiva. Esta técnica, pues, supone un gran avance, no sólo gracias a sus resultados, sino también gracias a su comodidad y falta de agresividad médica y quirúrgica.