Las Prótesis Dentales: una mejora en la calidad de vida
Los efectos del edentulismo se hacen más notorios con la edad: cambios anatómicos que influencian directamente la calidad de vida de las personas
Antes de explicar lo que son las Prótesis Dentales veamos cuál es la situación de salud oral en nuestro país. Según el Estudio Nacional de Salud Bucal (ENSAB IV) el 5.20% de la población ha perdido la totalidad de sus dientes, mientras que el 70.43% de la población ha perdido uno o más dientes. Según la edad, el 15.28% de los adolescentes alrededor de los 15 años ya ha perdido algún diente, a los 18 años el 19.67%, entre los 20 y 34 años el 45.49%, entre los 35 y 44 años el 82.69%, entre 45 a 64 años el 95.32% y entre los 65 a 79 años, 98.9%. Cifras preocupantes para una población en aumento y con una esperanza de vida cada vez mayor, según los últimos datos del DANE.
En cuanto al uso de Prótesis encontramos que el 31.62% de la población presenta algún tipo de Prótesis Dental. Según la edad se distribuye de la siguiente manera: hacia los 18 años el 0.75%, entre los 20 y 34 años el 4.11%, de 35 a 44 años el 30.98%, de 45 a 64 el 55.72% y de 65 a 79 años el 77.43%.
Efectos de la falta de dientes
Los efectos del edentulismo bien sea total o parcial, también se hacen más notorios con la edad: cambios anatómicos que influencian directamente la calidad de vida de las personas.
Muchas veces recibimos en nuestras consultas pacientes jóvenes con aspecto de adultos mayores, con falta de tonicidad de la musculatura facial, pliegues o arrugas marcadas y profundas, poca exposición de dientes superiores al hablar o sonreír, comisuras labiales caídas, resequedad labial, etc. Algunos, incluso confiesan su aislamiento social por la vergüenza que les produce su condición bucal. Afecciones físicas y psicológicas que podrían tener solución con el uso de una Prótesis Dental.
Tipos de Prótesis Dental
Ahora bien, una prótesis, por definición, es un reemplazo artificial de alguna parte del cuerpo humano, en este caso, el reemplazo de dientes. Puede ser de diferentes tipos: fija o removible.
La Prótesis Fija es la que el paciente no se puede retirar de la boca y puede ser sostenida por dientes o implantes, de manera que queda cementada o atornillada a estos. Es la que brinda mejor eficacia y eficiencia durante la masticación y satisface las necesidades estéticas, funcionales y psicológicas de manera más completa que las prótesis removibles, ya que el paciente siente los dientes como si fuesen naturales. Su proceso de adaptación es mucho más fácil y los hábitos de higiene oral no difieren mucho del cuidado de los dientes naturales.
La Prótesis Removible, a pesar de ser una buena opción terapéutica, requiere de un proceso de adaptación más largo. Estas prótesis se encuentran soportadas por la mucosa oral, los dientes o por Implantes Dentales. Al ser removibles, el paciente puede retirarlas para realizar su adecuada higiene.
Su eficacia masticatoria es aceptable, aunque no se iguala a las opciones fijas. Requiere controles y cambios más frecuentes ya que los materiales usados en su fabricación presentan deterioro en menor tiempo.
En algunos tipos de pacientes con compromisos sistémicos o en personas de avanzada edad que no desean someterse a tratamientos invasivos, son las mejores opciones protésicas. Tienen la ventaja de ser más económicas que las Prótesis Fijas, ya que su fabricación no requiere de altas tecnologías y es relativamente sencilla, además de que pueden fabricarse en menor tiempo. Estas características las hacen más asequibles a la población general.
Gracias a los avances de la ciencia, hoy en día se pueden ofrecer soluciones inmediatas a la pérdida de uno o varios dientes por medio del uso de los Implantes Dentales. Si las condiciones clínicas del paciente lo permiten, existen técnicas diagnósticas, quirúrgicas y protésicas avanzadas que permiten realizar tratamientos en muy poco tiempo con alto grado de satisfacción y resultados de larga duración.
Recuerde que lo más importante es la calidad de vida que desee tener. Todos los tipos de tratamientos son válidos, siempre y cuando sean realizados por profesionales idóneos y capacitados. Su salud es lo primero.