Labio Leporino y Fisura Palatina: Causas y Tratamiento
Tanto el Labio Leporino como la Fisura Palatina se presentan durante la gestación: son congénitos, pero eso no significa que sean siempre hereditarios. La ingesta de suplementos como ácido fólico durante el embarazo puede ayudar a prevenir este tipo malformaciones
¿Cuáles son las causas del Labio Leporino?
Este tipo de malformaciones se forman alrededor de la 5º y 17º semanas de gestación. Durante esta etapa, es cuando se pueden producir alteraciones en la correcta forma facial y del paladar. No obstante, es un rasgo multifactorial. Pueden ser de origen hereditario, con la alteración de un gen o varios genes o puede ser consecuencia de una alteración cromosómica, en cuyo caso formaría parte de un síndrome, como puede ser el Síndrome de Crouzon o el de Pierre Robin.
Pero también puede ser ocasionado por factores ambientales durante el periodo de gestación de la madre. Puede deberse a un tumor materno que presione al embrión y condicione su correcto desarrollo. Del mismo modo, se ha observado una pequeña relación entre una mayor edad de la madre y un ligero aumento en la incidencia de esta patología. Asimismo, la ingesta de cierto tipo de medicamentos, como algunos anti-epilépticos, pueden generar estas alteraciones.
Se ha sugerido que la ingesta de suplementos de ácido fólico durante el embarazo ayuda a prevenir este tipo malformaciones pero son necesarios más estudios al respecto.
Características del Labio Leporino
Es importante destacar que el infante con Labio Leporino o alguna variedad de Fisura Labio-palatina puede padecer diversas alteraciones en diferentes ámbitos de la salud, pero no todas ellas se manifiesten necesariamente en todos los casos. No obstante, los profesionales han de tenerlas todas en cuenta, para prevenirlas o minimizar el impacto negativo sobre la salud:
- Alteraciones Faciales, en la forma y estética de la cara, como pueden ser: un tercio medio facial menos desarrollado en todas sus dimensiones; Desviaciones Mandibulares; asimetrías faciales: un pómulo menos desarrollado, un ala nasal más aplastada
- Alteraciones Oclusales, en la forma y amplitud de las arcadas dentarias y en la manera en que éstas se relacionan entre sí, como afectaciones a la forma de morder o de deglutir
- Alteraciones Dentales, en la forma, color o número de dientes. Pueden faltar o sobrar, lo que se llama dientes agenésicos (cuando faltan) o supernumerarios (cuando sobran). Frecuentemente, aparece una mayor incidencia de caries, por ello la higiene dental es tan importante
- Alteraciones en la Musculatura del Paladar y en el Habla, lo que llamamos hiper-nasalidad en el habla, pues el aire sale por la nariz cuando no debe y suena diferente
- Alteraciones de la Función Lingual, tanto en deglución, como en reposo
- Alteraciones en la Audición, por la acumulación de líquido y mucosidad en el oído; y las consecuentes infecciones repetidas que esto provoca
- Alteraciones de La Musculatura de alrededor de la Boca: un labio inferior muy evertido (saliente) o un labio superior con poca movilidad debido a la cicatriz y una forma de respirar no adecuada
- Alteraciones de la Posición Corporal
Labio Leporino, un tratamiento multidisciplinar
Para el buen resultado final del tratamiento de esta patología, es imprescindible el enfoque multidisciplinar. Diversos profesionales de la salud deben estar coordinados: cirujanos pediátricos, maxilofaciales, plásticos, micro-cirujanos, entre otros. Además, un equipo de ortodoncistas, odontopediatras, prostodoncistas, fisioterapeutas, osteópatas, logopedas, otorrinos y genetistas. También es importante la labor de los psicólogos o psiquiatras, dado que existe la posibilidad de una repercusión negativa en el desarrollo psico-social y en el auto-estima de la persona.
Durante los tratamientos es responsabilidad de los profesionales de la salud comunicar, tanto al paciente como a sus familiares, expectativas reales y personalizadas para cada caso.
El paciente y sus familiares son el centro de este equipo. El corazón mismo. Se debe prestar atención a sus necesidades de manera individualizada. Del mismo modo ellos deben dejarse aconsejar por los profesionales de la salud y seguir al pie de la letra las recomendaciones que estos les proporcionan.