La revolución de la Cirugía Robótica en Urología
La Cirugía Robótica, es una evolución de la cirugía laparoscópica. Al igual que ésta, la robótica se realiza a través de pequeñas incisiones cutáneas de entre cinco y diez milímetros por las que introducimos los instrumentos operativos y de visión
La gran ventaja de estos abordajes radica en que permite operar con una visión amplificada, muy superior que la que nos permite la cirugía tradicional sobre todo en órganos profundos, y conlleva mejores resultados en la disección.
En la Cirugía Robótica los instrumentos y la cámara van montados en unos brazos robotizados, que el cirujano maneja a través de una consola. Los brazos robotizados permiten una gran movilidad de los instrumentos, idéntica a la que conseguiría la mano del cirujano. Además eliminan cualquier grado de temblor, lo que junto a lo anterior consigue una precisión absoluta en todos los movimientos.
En Urología, la cirugía robótica se utiliza en las mismas patologías en las que usamos la Laparoscopia, esto es, en Cirugía Oncológica y en Cirugía Reconstructiva.
En Cirugía Oncológica existe una gran experiencia en Cirugía Pélvica, sobre todo en prostatectomía radical y menos en cistectomía radical. En estas intervenciones se consiguen unas buenas tasas de curación, reduciendo las secuelas producidas en cirugía abierta, sobre todo en lo que respecta a Incontinencia Urinaria y preservación de la potencia sexual.
Sin duda, es en las técnicas reconstructivas como la ureteropieloplastia o las reimplantaciones ureterales, donde la Cirugía Robótica presenta mayores beneficios puesto que aúna las ventajas del abordaje Laparoscópico en cuanto a visión con la facilidad de movimientos necesaria para este tipo de técnicas y que suponen una limitación para la cirugía Laparoscópica Tradicional.
La Cirugía Robótica constituye, por tanto, una alternativa quirúrgica útil y superior en muchos aspectos a los abordajes tradicionales mediante cirugía abierta.