La Depresión es una enfermedad y debe tratarse como tal
Todavía hoy día no tenemos del todo clara la noción de que la Depresión es una enfermedad y que, por lo tanto, tiene factores biológicos, de personalidad y del entorno, es decir, bio-psicosociales.
Lo primero que debemos saber sobre la Depresión es que es una enfermedad. Esto quiere decir que no es una situación que la persona se busca o que se dé por falta de fuerza de voluntad, o porque no está haciendo ejercicio o porque no tiene espiritualidad, sino que, como enfermedad que es, es una situación que en algún momento de la vida se le puede presentar a cualquier persona.
Asimismo, es una enfermedad que va a tener múltiples características y que va a afectar la vida cotidiana del individuo.
¿Cómo evoluciona?
La Depresión empieza con síntomas como: decaimiento, tristeza, dificultad para vivir la vida cotidiana y poderla disfrutar. Estos síntomas se van alargando en el tiempo.
Cuando tenemos más de dos semanas con los síntomas, duran buena parte del día, cada vez se interrumpe más la vida cotidiana dificultando así el relacionarse, el estudiar, el trabajar y cualquier área de la vida, es cuando se puede evaluar la existencia de la Depresión.
Esta enfermedad va evolucionando hasta que la persona llega a una situación de no quererse levantar, de no poder cumplir con ninguna de sus funciones e, incluso, puede llegar a presentar ideaciones suicidas, un intento o un Suicidio consumado.
¿A quién afecta?
La Depresión, como enfermedad que es, puede afectar a cualquier persona: hombres y mujeres, aunque es más frecuente en mujeres, y puede presentarse a todas las edades. A veces escuchamos: “¡Un niño que va a estar deprimido si no tiene de qué preocuparse! o “Los adolescentes se la pasan con los amigos y demás, ¿de qué se van a deprimir?; incluso, se piensa similar con una persona mayor que se cree que ya ha cumplido con su vida: “¿Qué se va a estar deprimiendo?”. La realidad es que se puede presentar a cualquier edad.
¿Qué tipos de Depresión existen?
Existen varios tipos de Depresión. La que más conocemos es la Depresión Mayor, que es la más grave y la que se presenta a cualquier edad. El diagnóstico se establece, como ya habíamos dicho, cuando los síntomas duran más de dos semanas.
Existe también la Depresión Psicótica que es la que cursan las personas que están fuera de la realidad y que ya están teniendo delirios o alucinaciones. Otro tipo de Depresión es aquella que es parte del Trastorno Bipolar, que es una enfermedad en la que se ciclan la Manía y la Depresión.
Está también la Distimia que es cuando se presenta una Depresión a muy largo plazo. Generalmente las personas que son diagnosticadas con Distimia, refieren síntomas de más de dos años. El Trastorno Adaptativo Depresivo se presenta ante una situación que está generando cambios en la vida de la persona y, mientras se da el proceso de adaptación, entra en cuadros depresivos.
En la Depresión Enmascarada, por su parte, las personas acuden a consulta con diferentes síntomas, sobre todo físicos, y no se alcanza a intuir que lo que hay detrás es una Depresión. La Depresión Postparto, es la que se da en el periodo posterior a tener el bebé.
Por último, la Depresión Subclínica es aquella que suele pasar desapercibida porque no se nota tanto. Las personas que la padecen parecen estar funcionando muy bien, ya que los síntomas no aparentan ser tan intensos. Este tipo de Depresión precisa de un poco más de experiencia clínica para poderla entender, definir y diagnosticar.
¿Cuáles son los síntomas?
La Depresión puede tener una gran variedad de manifestaciones, las principales pueden ser:
- Tristeza profunda
- Pérdida del placer
- Dificultad para disfrutar las cosas que antes se disfrutaban
- Cambios en el sueño (se puede ir a cualquiera de los dos extremos: tanto como que se duerma mucho o como que se pierda el sueño)
- Cambios en el apetito
- Cambios en la capacidad de la concentración
- Cambios en la memoria y en la atención
- Cambios en la capacidad de ejecutar las cosas que usualmente se realizan
- Cambios físicos
- Dolor de cabeza
- Cambios gastrointestinales
- Cansancio
- Llanto fácil
Asimismo, el tema del pensamiento es clave, ya que la gente deprimida suele tener pensamientos e ideas de minusvalía (“Yo no soy nadie importante, no valgo nada”), ideas de desesperanza (“¿Para qué vivir?” “El mundo puede estar mejor sin mí”), ideas de culpa (sentirse culpables por lo que hicieron o lo que no hicieron o de aquello que dijeron o no dijeron), ideas de muerte (“todos descansarían si yo muriera y yo también descansaría”) e ideas suicidas en las que comienzan a realizar planes para acabar con su vida.
También hay cambios en la capacidad de relacionarse porque tienden a volverse solitarios, más aislados, a encerrarse. El inicio del día les cuesta muchísimo pues se les dificulta mucho salir de la cama, como si hubiera algo que les impidiera levantarse, empezar el día, bañarse, organizarse, todas estas actividades cotidianas se vuelven muy complejas. En otras palabras: se presenta una tendencia de inhibición en todas las áreas de la vida.
¿Cuáles son las causas?
Todavía hoy día no tenemos del todo clara la noción de que la Depresión es una enfermedad y que, por lo tanto, tiene factores biológicos, de personalidad y del entorno, que suman las piezas del rompecabezas para que una persona sea más vulnerable a padecerla.
La parte biológica tiene que ver con lo genético y con la química cerebral. La parte de la personalidad tiene que ver factores individuales: hay personas más sensibles, más rígidas, más autocríticas y con base en esto se determina que tendrían un poco más de riesgo de padecer Depresión. Asimismo, los factores externos que tienen que ver con la situación de vida que presenta la persona, si está cursando un divorcio, tiene problemas económicos, Duelos que se van complicando o cambios muy grandes en la vida.
Todos estos factores se van sumando y hacen proclive a una persona para que padezca un cuadro depresivo.
Recomendaciones en caso de sospechar que padezco Depresión
Lo más importante es saber que es una enfermedad que se puede tratar. Otra de las cosas importantes es identificarla ya que muchas veces la persona deprimida no sabe ni siquiera que lo está. Empezar a entender que algo está pasando pero que se puede mejorar. En ocasiones cuando no lo detecta la persona, puede detectarlo alguien de su entorno.
Lo segundo es acudir a consulta. Piense que cuando, por ejemplo, a uno le empieza a cambiar un lunar en la piel de forma extraña, uno no se poner a hacer ensayos o investigaciones por sí mismo, sino que acude con un dermatólogo a que le digan si es algo que toca intervenir o quitar o si no tiene ningún inconveniente. Lo mismo pasa si yo sospecho que tengo un cuadro depresivo: debo consultar con el especialista correspondiente, porque el profesional me va a ayudar a entender que está pasando y qué puedo hacer.
Hay cosas además de la consulta que le van a ayudar, como buscar mejorar el patrón de sueño, la alimentación, procurar estar acompañado y procurar estar activo porque el movimiento, tomar el sol y salir ayudan, pero no son suficientes, siempre hay que consultar con un especialista
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¿En qué consiste el tratamiento?
Siempre se requerirá tratamiento diferencial para cada persona. Como habíamos comentado que es una enfermedad que se da por factores bio-psicosociales, entonces el tratamiento también deberá tener un enfoque biopsicosocial.