La Cirugía Laparoscópica en Urología
Todos los pacientes con patologías que necesiten de una intervención quirúrgica se beneficiarán del gran avance que durante los últimos años han tenido la Cirugía Laparoscópica
Los principales avances de la Urología en los últimos años pasan por la importante evolución de la Cirugía Laparoscópica. Pues ésta ha mejorado notablemente el tratamiento de todas las Enfermedades Urológicas que precisan cirugía. A la vez, la tecnología Láser nos ha permitido actualmente mejorar el tratamiento de la Hipertrofia Prostática Benigna y de los Tumores Superficiales de Vejiga, principalmente.
Es decir, todos los pacientes con patologías que necesiten de una intervención quirúrgica se beneficiarán del gran avance que durante los últimos años han tenido la Cirugía Laparoscópica y/o el Láser. Entrando más en detalle, la Cirugía Laparoscópica hace más perfectas, para el doctor y para el paciente, intervenciones como: la extirpación de la glándula suprarrenal, de una parte o de la totalidad del riñón, ya sea para un trasplante o no, de la vejiga entera (cistectomía) y de la próstata por un tumor, de igual manera permite corregir un varicocele, etc. Prácticamente estaríamos hablando de casi cualquier patología quirúrgica en Urología.
Beneficios de la Cirugía Laparoscópica Urológica
Más allá de las enfermedades para las que puede utilizarse la Cirugía Laparoscópica, se ha logrado mejorar aspectos importantes como la incisión. Y es que las incisiones de hoy en día son mínimas, tienen el tamaño del diámetro de una pluma estilográfica, y solo se amplía discretamente para extraer la pieza al exterior. Cabe aclarar que las incisiones se realizan en el ombligo y en los laterales del abdomen pero no se notan prácticamente después.
El hecho de que las incisiones sean tan pequeñas hacen muy confortable y poco doloroso el postoperatorio, incluso acortan significativamente la estancia en la clínica y disminuyen mucho las complicaciones, por ejemplo en lo que se refiere a la infección de las heridas.
Videocámaras
Si hablamos de avances no podemos obviar la ventaja de las videocámaras que utilizamos para las intervenciones a día de hoy. Son unas cámaras de alta definición, que se acoplan al trocar que fue introducido por el ombligo. Dan una calidad de imagen inmejorable, permiten un control perfecto hasta de los más pequeños vasos sanguíneos y, por ello, es muy raro necesitar una transfusión de sangre. Además, permiten grabar la intervención y dársela a los pacientes, para que la puedan ver luego.
Todas estas ventajas repercuten beneficiosamente en los pacientes, que cada vez acuden mejor informados y saben que gracias a los avances de esta cirugía van a estar mucho menos tiempo ingresados y tendrán muchas menos molestias.